El presidente mexicano Felipe Calderón tenía previsto reunirse hoy con el mandatario electo estadounidense, Barack Obama, para insistir en la colaboración en temas de seguridad y económicos, antes de despedirse mañana de George W. Bush en la Casa Blanca.
Calderón será el primer presidente en reunirse con Obama antes de que este asuma el poder, el próximo 20 de enero.
Se trata de una cita habitual entre ambos países desde 1980, cuando se institucionalizó un encuentro entre el Presidente electo estadounidense y el mexicano para analizar temas de interés común.
El Presidente mexicano le pedirá a Obama que continúe la colaboración en cuatro ejes: la lucha contra el crimen organizado, la mejora de la competitividad dentro del TLCAN, el respeto a los derechos de los migrantes y la necesidad de una reforma migratoria en el Congreso estadounidense, según fuentes oficiales mexicanas.
Obama mostró durante la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia una actitud ambivalente dependiendo de cada uno de esos temas.
El próximo inquilino de la Casa Blanca se mostró dispuesto a renegociar el TLCAN, en vigor desde 1994, una medida tildada de proteccionista por los republicanos y que alarmó al gobierno mexicano.
Parte del Partido Demócrata considera que el Tratado no rindió los frutos esperados de desarrollo al sur de la frontera, y que además perjudicó a una parte importante de su electorado, los trabajadores.
«Las dos economías son complementarias, por lo que sólo pueden actuar y prosperar si están sensata y responsablemente integradas en los factores económicos que impulsan su competitividad», explicó un comunicado oficial de la presidencia mexicana al describir los objetivos de Calderón.
En cuanto a la seguridad, Obama ha mostrado en cambio una actitud favorable a la colaboración que arrancó con Bush mediante la Iniciativa Mérida, adoptada por ambos presidentes en 2007.
Ese programa de lucha contra el crimen organizado, que Estados Unidos considera el gran peligro para la democracia mexicana, cuenta con presupuesto ya aprobado en el Congreso de 1.600 millones de dólares.
El pasado 3 de diciembre, Estados Unidos liberó un primer paquete de ayuda de 197 millones de dólares a México.
En cuanto a la reforma migratoria, ese gran proyecto para sacar de la ilegalidad a unos 12 millones de indocumentados en Estados Unidos, de los cuales una buena parte mexicanos, Obama se ha mostrado también abierto a intentar relanzar el tema en el Congreso.
Fuentes legislativas demócratas y activistas de los derechos de los migrantes consideran que sería posible abordar el tema a partir del otoño en el Congreso.
Calderón tiene previsto reunirse para cabildear el tema con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y con el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry M. Reid.
Finalmente, el presidente mexicano se despedirá el martes de Bush en la Casa Blanca. Se trata de la quinta y última reunión entre ambos mandatarios.