Según un estudio realizado por la Unicef y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la reducción de las remesas en los hogares guatemaltecos ha tenido una gran repercusión en la educación de los niños.
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El informe detalla que en los hogares en donde hay niños y adolescentes que no forman parte de la población activa laboralmente, es en donde más se han sentido los impactos de la caída de las remesas.
Según el estudio, de 345 dólares mensuales que aproximadamente recibía cada familia en 2008, en el presente año se redujo a 272 dólares, es decir, 73 menos, lo que ha causado que las familias tengan que limitarse en alimentación, ropa y, muchas veces, en educación.
Los niños se ven obligados a abandonar la escuela ante la falta de recursos para poder continuar educándose, ya que muchas veces viven con hermanos mayores o con abuelos y son los papás los que se ven en la necesidad de emigrar a Estados Unidos para financiar la educación de sus hijos.
El Banco de Guatemala reporta que, durante septiembre del presente año se recibieron 332.1 millones de dólares en cuestión de remesas; comparándolo con el mismo mes en el año pasado se habían recibido 371.7 millones de dólares por el mismo concepto.
El mes más bajo durante el presente año ha sido febrero, cuando únicamente se percibieron 281.9 millones de dólares en remesas. En el mismo mes de 2008, se recibieron en el país 318.3 millones de dólares.
En cifras totales, durante el 2008, fueron 4 mil 314 millones 730.6 de dólares los que ingresaron por cuestión de remesas. Hasta septiembre, en el país habían ingresado 2.972 millardos de dólares, un poco más de la mitad del año pasado, a tres meses de finalizar el año, cifras que demuestran la considerable reducción en concepto de envíos desde el exterior.
Sonia María Pellecer, coordinadora de programas de la OIM, expresó que tienen previsto que para este año se reciban once por ciento menos remesas que las del año pasado. Además, que siempre las más afectadas van a ser las familias que dependen al ciento por ciento de las mismas, ya que no tienen otro tipo de ingresos.
«Esta reducción en las remesas ha obligado a que muchos niños y adolescentes se tengan que poner a trabajar para mantener sus hogares y por ende abandonan sus estudios», explicó la entrevistada.
Asimismo, expresó que muchas personas piensan emigrar el próximo año hacia Estados Unidos, ante la necesidad, esto a pesar de las dificultades que viven los connacionales en el extranjero.
La entrevistada manifestó que, además, las pocas remesas que envían los guatemaltecos, son mal utilizadas y no son invertidas en negocios o formas de obtener más ingresos monetarios en las familias.
«Si las remesas fueran invertidas en estas cosas, los connacionales que son repatriados tendrían con qué vivir a la hora de llegar al país», manifestó Pellecer.