Caí­da afectó compañí­as


El huracán que sacudió la bolsa de Nueva York dejó a su paso numerosas ví­ctimas entre las empresas participantes, muchas de las cuales, imposibilitadas de atender las exigencias de los operadores bursátiles, dejaron de cotizar en Wall Street.


En 2008, 54 sociedades dejaron el New York Stock Exchange (NYSE) y 85 el Nasdaq, su competidor especializado en los valores tecnológicos.

Una medida de tal magnitud significa que estos tí­tulos evolucionaron durante treinta sesiones consecutivas por debajo del piso de 1 dólar, o que durante este mismo perí­odo su capitalización bursátil fue inferior a un monto mí­nimo (75 millones de dólares para el NYSE y 35 millones para el Nasdaq). Esta medida también se aplica a las empresas en bancarrota.

Uno de los grandes grupos inmobiliarios estadounidenses, Thornburg Mortgage, también dejó de cotizar en bolsa a principios de noviembre por valor insuficiente.

El gigante de la financiación hipotecaria, Fannie Mae, lucha para seguir cotizando en bolsa luego de 25 sesiones por debajo de 1 dólar. A fines de noviembre, el organismo anunció que consideraba reagrupar sus acciones para remediar el problema.

Noviembre fue el peor mes desde el punto de vista de dejar de cotizar en Wall Street, informó Scott Patterson, un portavoz de la New York Stock Exchange (NYSE).

En ese mes, la mitad de las empresas que dejaron de cotizar en bolsa eran sociedades cuya capitalización era muy débil, el 13% de las empresas cuya cotización era muy baja, 15% de las empresas en bancarrota y 8% de las sociedades cuyos papeles eran difí­ciles de negociar, según Patterson.

Sin embargo, según él, el número de sociedades que dejaron de cotizar en la NYSE no llegó aún al nivel de 2002, el de la última gran crisis bursátil, luego de la explosión de la «burbuja» de internet.

A mediados de diciembre, la agencia de calificación financiera Standard & Poor»s anunció un cambio en la definición de su í­ndice lí­der, el S&P 500. La agencia bajó su piso de entrada a 3.000 millones de dólares de capitalización bursátil, contra 4.000 millones anteriormente.

«Esto está estrechamente vinculado con la evolución del mercado de la bolsa de valores en estos últimos meses», confirmó David Blitzer, presidente del comité de los í­ndices de Standard and Poor»s, destacando que el mercado habí­a perdido 40% en 2008.

«Espero que esto no dure, pero depende mucho del mercado. Si se mueve en cualquier dirección, revisaremos los criterios», agregó.

Los interrogantes continúan en el caso de General Motors. La acción del fabricante automovilí­stico pasó por debajo del lí­mite sicológico de los 10 dólares y se instaló en menos de 5.

«Es un piso sicológico. Se necesitan dos cifras. Es uno de los viejos dichos de Wall Street: no se compran acciones que valen menos de diez dólares», indicó Marc Pado, analista de Cantor Fitzgerald.