Cae siembra de trigo y maí­z por sequí­a, que afectarí­a la soja


La grave sequí­a que afecta a la región centro-norte de Argentina provocó una reducción del área sembrada de trigo y maí­z, mientras productores esperan la llegada de lluvias para iniciar el plantí­o de soja, principal producto de exportación del paí­s.


«Se trata de una de las peores sequí­as en muchos años. Afectó la siembra de trigo, está afectando la del maí­z, y si de aquí­ a noviembre no llueve serí­a catastrófico también para la soja», dijo Eduardo Anchubidart, jefe de estimaciones agrí­colas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Esa entidad calculó una caí­da de 18% en el actual área sembrada de trigo, respecto a la anterior, y estimó una merma de 25% en la producción del grano, del cual Argentina es el cuarto exportador mundial.

En tanto, señaló que la siembra de maí­z se redujo15% como consecuencia de la sequí­a, la más grave en un siglo en algunas zonas productivas como el norte de la provincia de Buenos Aires (centro-este), y el norte del paí­s.

Argentina, uno de los principales proveedores mundiales de alimentos, es lí­der mundial en exportaciones de harinas y aceites de soja, y tercero en ventas externas del grano de la leguminosa, cuya siembra ocupa más del 50% del área plantada en el paí­s.

Además es el segundo exportador mundial de maí­z.

No obstante, la siembra de soja, que se inicia en octubre, podrá verse favorecida si llueve, porque los productores contarán con un área adicional para su plantí­o de aproximadamente 1,5 millones de hectáreas, debido a la reducción de las áreas destinadas a maí­z y trigo, según Anchubidart.

«No todo irá a la soja, pero calculamos que si llueve en las próximas semanas, los productores sembrarán soja en al menos un millón de hectáreas que fueron desaprovechadas para trigo y maí­z», señaló.

De confirmarse el vaticinio, el área sembrada con soja llegará a 17,9 millones de hectáreas, que de mantenerse los rendimientos de la cosecha anterior significarán una producción récord de 50 millones de toneladas de la leguminosa, agregó.

«Las lluvias llegan tarde para el trigo y para el maí­z, pero llegarí­an justo para la siembra de soja», aseguró a la prensa el especialista en climatologí­a Eduardo Sierra.

Expertos en clima coinciden en que a partir de fines de la próxima semana empezarí­an a registrarse lluvias, aunque insuficientes para satisfacer las necesidades hí­dricas del suelo para los cultivos.

Un proyecto gubernamental para aumentar los impuestos a las exportaciones de soja, cuyo cultivo genera ingresos anuales por casi 24 mil millones de dólares, derivó en un grave conflicto polí­tico este año, cuando miles de agricultores rechazaron la medida con una huelga de 128 dí­as que afectó la economí­a local.

El gobierno fracasó finalmente en su intento de aumentar de 9 mil a 11 mil millones de dólares la recaudación fiscal de la soja al frenar el Parlamento el proyecto de alza impositiva a mediados de julio.

Sin embargo, lí­deres rurales amenazan con reactivar las protestas con el argumento de que el gobierno no les ha dado soluciones a sus problemas que incluyen al sector lechero y a las economí­as regionales, y que, según dicen, se vieron agravados por la sequí­a.