Cadena perpetua contra ex presidente taiwanés


Un simpatizante del ex presidente Chen Shui-bian, sostiene un muñeco de su representación, durante una manifestación en apoyo, previo a que se le condenara a cadena perpetua. FOTO LA HORA: AFP SAM YEH

El ex presidente taiwanés Chen Shui-bian, de 58 años de edad, fue condenado hoy a prisión perpetua por corrupción, en un juicio que calificó de venganza por haber sido defensor de la independencia de Taiwán respecto a China durante sus dos mandatos presidenciales.


Chen fue condenado por malversación de fondos estatales, lavado de dinero y sobornos, en un juicio en el que también fueron condenados su mujer, a cadena perpetua, y su hijo a dos años y medio de cárcel, según Huang Chun-ming, portavoz del tribunal de Taipei.

«Chen abusaba de su experiencia y de su posición para dañar al paí­s. Por eso se le condena a cadena perpetua», dijo el portavoz.

Ni el ex presidente ni los otros 13 acusados se encontraban en el banquillo de los acusados durante la lectura del veredicto, y no hay informaciones de si Chen tiene previsto apelar el veredicto.

«Se trata claramente de una persecución polí­tica», declaró Chiang Chi-ming, portavoz de los servicios de Chen.

El ex presidente de la isla, elegido en 2000 y reelegido en 2004, abandonó la escena polí­tica bajo la presión de acusaciones por escándalos de corrupción de su entorno inmediato. Perdió su inmunidad tras haber abandonado sus funciones en mayo de 2008 y fue detenido de manera provisional el 12 de noviembre.

La seguridad tuvo que reforzarse en los alrededores del tribunal, adonde centenares de personas habí­an acudido para manifestar su apoyo al ex presidente.

Chen fue declarado sospechoso durante una gran investigación en 2006 por presunto desví­o de fondos públicos, pero no fue procesado en virtud de su inmunidad.

En ese entonces admitió haber utilizado falsos recibos para obtener fondos públicos, pero habí­a asegurado que este dinero iba destinado a «misiones diplomáticas secretas» y no a su enriquecimiento personal».

También reconoció que su mujer transfirió 20 millones de dólares al extranjero, de fondos que provení­an de campañas presidenciales y sin su conocimiento.

Ferviente defensor de la independencia de Taiwán frente a China, el ex jefe de estado acusa al actual gobierno taiwanés pro-China de organizar una «caza de brujas» y de saldar las cuentas.

El sucesor de Chen, Ma Ying-jeou, elegido en 2008, es partidario de un acercamiento hacia China, con el que ha firmado una serie de acuerdos económicos.