Cadáveres con nombres y apellidos


Cuerpos incompletos dentro de bolsas plásticas, huesos sueltos que al caer dentro del pozo se dispersan, son el panorama diario de los expertos que buscan identificar a las ví­ctimas de la guerra en el paí­s. ARCHIVO

La campaña «Mi nombre no es XX», de la Fundación de Antropologí­a Forense de Guatemala (FAFG), abre la posibilidad para la justicia por los crí­menes del conflicto armado interno, pues aportarí­a indicios claros de reconocimiento de desaparecidos.

Gerson Ortiz
gortiz@lahora.com.gt

Los cientos de hombres, mujeres, niños y niñas que fueron enterrados sin identificación en el cementerio La Verbena tienen nombre y apellido y la FAFG está realizando un minucioso trabajo para llegar hasta él.

A criterio de analistas especializados en derechos humanos, este trabajo es «fundamental» para el inicio de la reconciliación, pero también del esclarecimiento de los crí­menes que en la década de los 80 fueron parte de la polí­tica del Estado.

HUESOS QUE HABLAN

Claudia Rivera, directora de operaciones de la FAFG, cuenta que el panorama del proyecto es positivo en cuanto los hallazgos hasta ahora; además, comenta que es importante que más familiares se acerquen a dejar su muestra de saliva para contar con mayores análisis.

«Los familiares vienen a dar su entrevista y su muestra referencial, también se hizo un estudio en los libros de inhumaciones de La Verbena y establecimos que aparte de haber personas que desaparecieron forzosamente fueron lanzadas en las calles en terrenos baldí­os y fueron a dar a la morgue y posteriormente al cementerio», dice la especialista.

En primera instancia las y los antropólogos establecieron que el número de personas no identificadas era más alto que el de 1986 y 1989; a raí­z de ello iniciaron una investigación que fue respaldada por un grupo de familiares que interpusieron una denuncia ante el Ministerio Público por lo que en febrero pasado iniciaron el trabajo de campo.

«Actualmente estamos estableciendo el estrato de las evidencias, y ver si hay relación con el perí­odo del conflicto: hemos encontrado monedas y basura que nos mandan para el año 1982 aproximadamente, pero falta hacer los cotejos de ADN», explica Rivera.

Cuerpos incompletos dentro de bolsas plásticas, huesos sueltos que al caer dentro del pozo se dispersan, son el panorama diario de los expertos que buscan identificar a las ví­ctimas de la guerra en el paí­s.

Hasta ahora han cuantificado unos 1 mil 750 registros aproximadamente, lo cual incluye todo lo que van encontrando dentro del pozo: «Cuando hacemos el análisis vamos estableciendo el número de personas que pueden haber dentro del pozo», comenta Rivera.

«El panorama es positivo, pese a que no contamos con tantas muestras hasta ahora vamos a tener una evidencia y vamos a contar con muestras óseas de todo lo que extrajimos del pozo para poder cotejarlo eventualmente con los familiares. Este trabajo va a ser de beneficio para muchos familiares que tienen la expectativa de encontrar a sus hijos, hermanos, padres…», comenta Rivera.

OPINIONES Mario Polanco, analista del Grupo de Apoyo Mutuo, considera «importantí­simo» el proyecto de la FAFG y espera que contribuya al esclarecimiento de crí­menes del pasado.

«Esto también nos debe llamar a la reflexión de por qué el Estado, que es el que deberí­a impulsarlo no lo hace sino al contrario lo ha entorpecido», critica Polanco.

El entrevistado añade que existe una expectativa enorme de parte de las personas que han esperado más de tres décadas para reencontrarse con sus familiares, lo que a su criterio abre la posibilidad hacia la «ansiada reconciliación». Aura Elena Farfán, representante de la Asociación Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Guatemala, considera de suma importancia el proceso de la campaña de la FAFG, pues sabe que una gran cantidad de personas enterradas como XX en La Verbena entre el 1983 y 1985 «tienen nombres y apellidos».

«Pienso que será un gran impacto saber que hemos encontrado a nuestros seres queridos, será muy doloroso encontrarlos en la situación en la que los vamos a encontrar, pero también es necesario para que el Estado reconozca los hechos del Ejército durante el conflicto armado y así­ terminar esta búsqueda que vivimos por años», comenta Farfán.

La entrevistada considera que ese proyecto puede identificar a miles de ví­ctimas que no hayan sido enterradas en la Verbena, sino también en el interior del paí­s como en Quiché, Petén, Chimaltenango, Huehuetenango, San Marcos, entre otros.

Farfán coincidió con Polanco al indicar que es el Estado el que debe impulsar este tipo de campañas y darle con ello justicia a los desaparecidos y masacrados.

ANTROPOLOGíA BíšSQUEDA


La campaña inició el 15 de julio de 2009

350

Familiares han sido entrevistados hasta la fecha.

400

Muestras de saliva ha recabado la FAFG.