Cada vez somos más, Presidente


Disculpe, Presidente, si insisto en la necesidad de que haga una profunda y honesta investigación de opinión entre los guatemaltecos. Es que cada vez somos más los que creemos que su gobierno sigue sin poder satisfacer las expectativas de sus electores. De verdad, no se lo digo con ánimo de molestarlo o de causarle más problemas de l0s que ya tiene, pero si lo hiciera con una entidad responsable, usted va a poder enterarse de la insatisfacción que persiste en niveles cada vez más alarmantes. Imagí­nese, Presidente, ¿quién no va a estar descontento si su ministro de Agricultura no hay modo que pueda hacer llegar a tantos necesitados los mentados fertilizantes y cuando por fin llegan, van con tremenda sobrevaloración?

Francisco Cáceres Barrios

No me crea a mí­ lo que le cuento, ni a los serviles que nunca faltan para rodearlo de lisonjas, pero hágase la campaña de mandar usted a gente capaz para que le investigue qué opinan de que haya prorrogado otra vez el subsidio al transporte sin tener al menos una posible solución para que algún dí­a puedan contar los millones de usuarios un decente y seguro transporte colectivo. Otra cosa, Presidente, yo le sugiero que ordene a su gente no seguir hablando de que ha mejorado la seguridad ciudadana, sin comprobar que no hay dí­a que no hayan páginas enteras con noticias de masacres, sepelios masivos de choferes, matanzas a actuales o pasados miembros de entidades policí­acas.

Haga cuentas, Presidente, y podrá estar de acuerdo conmigo que lleva más de cinco meses de estar gobernando sin que haya modo de terminar con los problemas en los presidios; de que hayan choferes abusivos que poco les importa de que usted haya dicho que el precio del pasaje sigue inalterable; que no hayan manifestaciones para que usted y sus colaboradores hagan hasta lo imposible por contener el alza de precios de los productos y servicios calificados de indispensables; que no haya dí­a de Dios que no se sepa de gobernadores, diputados, alcaldes, policí­as y tantos más funcionarios y empleados públicos haciendo mano de mono con los fondos públicos o que sigan habiendo en las calles millones de armas de todo tipo que, sin la licencia respectiva, estén listas en manos de los delincuentes para utilizarlas a granel en cometer sus fechorí­as.

Yo le sugiero, Presidente, y disculpe mi atrevimiento, que ahora que contamos en Guatemala con tantos medios de comunicación avanzados, le pegue un telefonazo al Jefe del Gobierno Español para que le cuente por qué tuvo que tomar la decisión de reconocer que las perspectivas de su gobierno socialdemócrata han sido claramente un fracaso y que, después de hacer un análisis realista de la situación económica de su paí­s, tuvo que anunciar, fí­jese bien, no aumentar los impuestos, sino su compromiso para ahorrar al menos 250 millones de euros de sus gastos corrientes entre el 2008 y el 2009 y reconocer vergonzosamente que el desempleo va en aumento más de lo previsto. Vaya, mejor ya no sigo, yo creo que con los pocos ejemplos que le pude citar dentro del espacio de mi columna, usted podrá ver que la cosa está que arde y eso, ni es bueno para usted ni para nadie, Presidente.