El primer ministro británico, Tony Blair, habla el martes por videoconferencia con el grupo de estudios sobre Irak, al día siguiente de llamar a un cambio en la estrategia en Irak y advertir a Irán que se una a los esfuerzos de paz en la región o afronte las consecuencias.
Tras reconocer el lunes de noche, en un discurso sobre política exterior, que la estrategia en Irak «debe evolucionar», Blair destacó que la respuesta al conflicto iraquí debe ser «global», al tiempo que acusó a los países vecinos, en particular a Irán, de fomentar la violencia.
«Lo esencial de la respuesta a la situación actual en Irak se halla al exterior de las fronteras de ese país», aseguró Blair, quien emplazó a Teherán a cesar de «apoyar el terrorismo» y «ayudar al proceso de paz» en la región, o quedar «aislada» internacionalmente.
Todas las especulaciones sobre las propuestas que hará dentro de unas semanas el Grupo de Estudios de Estados Unidos sobre Irak, presidido por el ex secretario de Estado James Baker, apuntan a un involucramiento de Irán y Siria en la solución del conflicto iraquí.
En esa misma línea, Blair dejó entrever que «una nueva relación» con Irán es posible, pero sólo si cumple con la condición de poner paro a su programa de enriquecimiento nuclear y de dejar de apoyar el terrorismo en la región.
Irak debe hacer «una opción estratégica clara: ayudar al proceso de paz en Medio Oriente, cesar de ayudar al terrorismo en Líbano y en Irak y respetar sus obligaciones internacionales», afirmó Blair.
«Si no, hará frente a las consecuencias: su aislamiento», advirtió el premier británico, el mismo día en que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, rechazó el diálogo directo con Irán a menos que Teherán suspenda sus investigaciones atómicas sensibles.
Según analistas sobre Medio Oriente consultados por la AFP, la sugerencia de Blair de involucrar, bajo condiciones, a Irán -que podría ser también la propuesta del grupo presidido por Baker- tiene «muy pocas posibilidades» de tener éxito, además de que refleja una «falta de conocimiento de la región».
Voltear la mirada hacia Irán «revela lo absolutamente desesperados que están» Blair y Bush, por la creciente violencia e ingobernabilidad en Irak, opinó la doctora Laleh Khalili, conferencista sobre política en Medio Oriente en la Universidad de Estudios Orientales y Africanos, en Londres.
«Buscan desesperadamente cualquier solución que los haga aparecer bien, en una situación donde no hay posibilidades de ganar», dijo.
«Pero asumir que hablar con Irán y Siria va a calmar la violencia en Irak es tomar sus deseos por realidades, además de que revela una espectacular falta de conocimiento de la situación en la región», destacó la experta, recordando la larga relación de hostilidad entre Irán e Irak y entre Irak y Siria.
«Irán podría tener una cierta influencia en Irak, pero no mucha. Y darle control a Irán en Irak sólo exacerbaría» la violencia, pronosticó.
Según la doctora Rosemary Hollis, directora de investigaciones sobre el Medio Oriente del reputado Instituto de Relaciones Internacionales de Londres, conocido como Chatham House, la sugerencia de involucrar a Irán confirma que Blair y Bush están en «serios aprietos en Irak».
La propuesta «es interesante», porque es «imposible excluir a los iraníes de Irak, pero la manera como Blair presentó esa sugerencia, entre amenazas, no va a provocar ningún cambio en la política de Irán», vaticinó Hollis.
Según ella, está propuesta será solamente una nueva «una oportunidad fallida» de hallar una solución a la imparable espiral de violencia en Irak.