El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su homólogo ruso Vladimir Putin se reúnen hoy en la residencia costera de la familia Bush en Maine (este), en el segundo día de conversaciones destinadas a distender las relaciones bilaterales.
Los Bush acompañaron a Putin en un paseo en bote y una cena con langosta la noche del domingo, y luego conversaron informalmente durante dos horas, en lo que el canciller ruso Sergei Lavrov calificó como una charla «muy amigable».
Sin embargo, ambas partes evitaron tocar los temas polémicos, y en cambio se concentraron en establecer el tono de sus futuras reuniones, según el asesor presidencial ruso Sergei Prikhodko.
«Nos concentramos en la filosofía del momento más que en problemas específicos», dijo Prikhodko a la prensa.
Para este lunes la agenda prevé un desayuno de trabajo, tal vez otro paseo en bote y una conferencia de prensa.
Las conversaciones en Kennebunkport deberían lidiar con algunas de las principales diferencias entre los gobiernos de Rusia y Estados Unidos, como el futuro de Kosovo, los derechos humanos o el escudo antimisiles que planea desarrollar la OTAN.
Lavrov dijo que ambos presidentes se han dado cuenta que la relación bilateral «no debería ser rehén» de las elecciones presidenciales previstas en ambos países el año próximo.
«Hemos discutido la situación en Estados Unidos y Rusia, la evolución de las democracias en los dos países», dijo Lavrov. «Estos fueron intercambios específicos desarrollados con sentido del humor».
Luego de que Bush recibiera en persona a Putin y lo condujera hasta la residencia, el mandatario ruso, vestido elegantemente, le entregó un ramo de flores a la primera dama Laura Bush e intercambió besos con su suegra Barbara Bush y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.
Las autoridades estadounidenses esperan que las menos de 24 horas que Putin y Bush compartirán sirvan para renovar la buena relación personal que ambos tenían cuando el mandatario norteamericano asumió el cargo en 2001.
Putin ha condenado con frecuencia los intentos de Estados Unidos por «dominar el mundo», mientras Bush ha atacado el estado de la democracia en la Rusia de Putin.
El líder ruso se opuso a la invasión de Irak en 2003 y a los esfuerzos de las potencias occidentales para otorgar a Kosovo una independencia de Serbia bajo supervisión internacional de las Naciones Unidas.
Además Rusia ve el despliegue del escudo antimisiles estadounidense en Polonia y la República Checa como una amenaza a la seguridad rusa. Washington insiste en que el sistema está pensado para posibles ataques de estados como Irán. Pero el Kremlin no cree que la amenaza exista.
Ambas partes dicen no esperar acuerdos formales de este encuentro, al que también asistirá el padre del mandatario estadounidense, el ex presidente George Bush (1989-1993).
El encuentro se realiza en la soberbia residencia vacacional de la familia presidencial en Kennebunkport, sobre el Atlántico, que provee un escenario informal para el diálogo.
La Casa Blanca enfatizó que las áreas de cooperación positiva entre las potencias, como detener las ambiciones nucleares de Irán y Corea del Norte, podrían también ser discutidas.
La reunión se lleva a cabo luego de que Estados Unidos consultara con Rusia y otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU su propuesta de pedir a todos los países que inspeccionen cargas que salen y llegan a Irán por posible material nuclear ilegal.
La Policía informó que unos 1.500 manifestantes protestaron el domingo a pocos metros de la residencia, trasladando un ataúd de poco más de dos metros con una imitación de la Estatua de la Libertad simbolizando la «muerte de la libertad» en Estados Unidos.
Mientras tanto una veintena de simpatizantes de Bush ondeaba banderas estadounidenses y coreaban «Dios bendiga a Estados Unidos».