El presidente estadounidense George W. Bush se reúne hoy con su par uruguayo Tabaré Vázquez en la hacienda presidencial de Anchorena, en Colonia, 200 km al oeste de Montevideo, en la segunda etapa de su gira latinoamericana y en medio de varias manifestaciones de repudio en la región.

Bush que llegó a Uruguay anoche en momentos en que el presidente venezolano Hugo Chávez, en consonancia con protestas en varios paí­ses, repudiaba su presencia en Latinoamérica en un acto en Buenos Aires, tení­a previsto arribar a Anchorena en horas de la mañana.

Uruguay impulsa una nueva estrategia de inserción internacional, y en ese sentido busca ampliar mercados para sus productos tras manifestar dificultades de acceso al Mercosur, bloque que integra junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.

El gobierno de Vázquez exploró la posibilidad de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pero ello generó fuertes resistencias en sectores de la coalición del gobierno de izquierda Frente Amplio y en el Mercosur, cuyas normas no permiten que sus socios negocien unilateralmente con terceros.

Por ello, Montevideo y Washington optaron por un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA, por sus siglas en inglés), que rubricaron en enero pasado, y una comisión bilateral negocia una facilitación y liberalización del intercambio, la eliminación de obstáculos técnicos, los derechos de propiedad intelectual y desregulaciones, entre otros aspectos.

Pero Uruguay ha insistido en sus presiones dentro del Mercosur en favor de una flexibilización del bloque para que los socios menores tengan derecho a negociar acuerdos. De hecho, durante un encuentro el 26 de febrero, Vázquez y el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva abordaron el tema.

Lula dijo entonces en forma ambigua que «la relación con el Mercosur no impide» que Uruguay discuta sus intereses con Estados Unidos, al tiempo que afirmó la necesidad de «combatir las asimetrí­as» y que «Brasil tiene que asumir su responsabilidad (…) para crear un comercio lo más equilibrado posible» dentro del bloque regional.

Fuentes de la Presidencia uruguaya han adelantado que Vázquez intentará obtener facilidades de acceso al mercado estadounidense para textiles, software, arroz, carne ovina y lácteos, entre otros productos. También abordará temas de propiedad intelectual, patentes de medicamentos y los biocombustibles.

Bush, que visitó Brasil el viernes, selló una alianza con Lula para la promoción de etanol, con la meta de reducir la dependencia petrolera. Brasil y Estados Unidos producen alrededor del 70% del etanol mundial.

Vázquez recibe a Bush en el bucólico ambiente de Anchorena para hablar de estos asuntos en privado, quizás pescando juntos en el Rí­o San Juan. Luego le ofrecerá un almuerzo, que constará de una tradicional parrillada (carne asada a las brasas), que incluirá corderos de la raza Poll Dorset.

Ese ambiente de campo será un contrastre con las manifestaciones que tuvieron lugar el viernes Brasil, Uruguay y Argentina. En Sao Paulo, movimientos sociales y de izquierda se lanzaron a las calles «A la caza de Bush», lema de la protesta. Entre ellos, unos mil jóvenes de agrupaciones estudiantiles se concentraron a unas tres cuadras del hotel Hilton donde se hospedó Bush, hasta donde la barrera policial les permitió acercarse, para manifestar su repudio.

En tanto, al menos seis mil manifestantes marcharon en Montevideo, donde se generaron hechos violentos: las vidrieras de dos restaurantes McDonald’s fueron destruidas, así­ como las de una iglesia, y dos periodistas fueron heridos. En Colonia, con el lema «Fuera genocida de América Latina», grupos radicales llegaron con banderas palestinas, venezolanas, cubanas y uruguayas.

Al otro lado del Rí­o de la Plata, en Buenos Aires, grupos radicalizados del movimiento de piqueteros (pobres y desocupados) se enfrentaron con policí­as y quemaron banderas de Estados Unidos.

Asimismo, en Colombia, Guatemala (próximas etapas del viaje de Bush), así­ como en Bolivia, se preparaban diversos actos de repudio.