El presidente estadounidense George W. Bush aseguró el martes que la reina Isabel II de Inglaterra no respondió nada a su lapsus que la envejecía dos siglos y que le asombró la indignación y el sarcasmo de la prensa británica.
«Después de todo, usted cenó con 10 presidentes estadounidenses. Ayudó a nuestro país a celebrar su bicentenario en 17… en 1976», dijo Bush el lunes en su discurso de bienvenida a la reina.
Después de una mirada fulminante de la soberana bajo el ala de su sombrero negro, el mandatario bromeó ante el público que reía. «Me miró como sólo una madre puede mirar a un hijo», bromeó.
Las fotografías tomadas de este momento muestran a un Bush con una mirada que pareciera guiñara a la reina. Y sugieren que ésta le devolvió una sonrisa y pronunció algunas palabras.
«Nada, ella estaba en la tribuna», respondió el presidente cuando la prensa le preguntó sobre lo que dijo.