El presidente estadounidense, George W. Bush, comienza el jueves en Brasil una gira latinoamericana centrada en comercio, energía e inmigración, que busca fortalecer vínculos en un momento de fuertes críticas a Estados Unidos en la región lideradas por el venezolano Hugo Chávez.
La cuarta gira latinoamericana de Bush en seis años de mandato tendrá lugar en medio de críticas por la falta de atención de su gobierno a esa zona del planeta, y en un contexto de duros cuestionamientos a Washington por parte de varios gobiernos latinoamericanos.
El lunes, como preámbulo del viaje, Bush anunció iniciativas para luchar contra la pobreza en la región, prometiendo -sin demasiadas precisiones- 75 millones de dólares en tres años para que latinoamericanos aprendan inglés, 385 millones para viviendas a personas de bajos ingresos, y ayuda médica mediante equipos militares.
«Mi mensaje para los trabajadores y campesinos (latinoamericanos) es que ustedes tienen a un amigo en Estados Unidos que se preocupa por su situación difícil», afirmó.
Bush quiere una iniciativa y un viaje que destaquen «la otra mitad de su agenda» para América Latina, que tiene que ver con mejorar las condiciones de vida en el subcontinente, explicó su consejero en Seguridad Nacional, Stepehn Hadley.
«Lo que queremos es asociarnos con gobiernos que piensen correctamente (y) que están tomando las decisiones correctas para su gente y que están haciendo un esfuerzo para desarrollar y ofrecer los beneficios de la democracia y las oportunidades económicas a su gente», dijo Hadley.
La primera escala del periplo de Bush será Brasil, donde sostendrá conversaciones con el presidente Luis Inacio Lula da Silva sobre biocombustibles, y especialmente sobre etanol.
Bush anunció en enero que Estados Unidos planea sustituir 20% de los combustibles por etanol.
Brasil es el principal productor y exportador mundial de este carburante, del que vende anualmente unos 2.500 millones de litros a Estados Unidos. Pero sus productores protestan por los aranceles que Washington impone al energético.
Lula, cuyo país lidera el G20 de naciones en desarrollo que pugnan por un mayor acceso para productos agrícolas a Europa y Estados Unidos, afirmó que las negociaciones de liberalización comercial en la Organización Mundial de Comercio y los biocombustibles serán los temas centrales del encuentro.
En Uruguay, Bush devolverá a su par Tabaré Vázquez la gentileza de una visita a Washington en mayo de 2006.
Uruguay y Estados Unidos firmaron el 25 de enero un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA), un esquema que en algunos casos ha oficiado de preámbulo a un acuerdo de libre comercio.
Uruguay «es un país que desde hace tiempo hace las elecciones correctas. Y parte del mensaje del presidente es que si los gobiernos hacen buenas elecciones, tendrán en Estados Unidos a un socio», resumió Hadley.
Bogotá albergará un encuentro entre Bush y el presidente anfitrión, Alvaro Uribe, principal aliado de Washington en la región y cuyo país es el principal destinatario de ayuda estadounidense en América Latina.
La visita se produce en un momento difícil para el gobierno de Uribe, que enfrenta las consecuencias del escándalo por presuntas relaciones de congresistas oficialistas con grupos paramilitares de extrema derecha acusados de graves crímenes.
Pero también ocurre cuando Bogotá busca que el Congreso norteamericano dé el visto bueno antes de junio a un TLC bilateral, y en momentos en que la Casa Blanca presiona al Legislativo por ese pacto y para que extienda la ayuda al Plan Colombia de lucha contra las drogas y contra los grupos insurgentes.
En Guatemala, Bush se reunirá con el presidente Oscar Berger, cuyo país recibió apoyo de Estados Unidos en 2007 en la competencia con Venezuela por un escaño no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que finalmente quedó en manos de Panamá.
Escala final del viaje, México, socio de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, junto con Canadá), será escenario de discusiones con el flamante presidente conservador Felipe Calderón sobre el espinoso tema migratorio y la seguridad en la frontera común.
Varios actos de protesta están previstos en países que visitará el mandatario estadounidense entre el 8 y el 14 de marzo.
También habrá actos similares en países que no visitará, cuando en paralelo a la visita de Bush a Uruguay, estará en suelo argentino Hugo Chávez, quien ya anunció un evento masivo de repudio a la gira de Bush.
El presidente estadounidense, George W. Bush, iniciará el jueves su cuarta gira latinoamericana desde que asumió el cargo en enero de 2001 y elevará a once el número de países de la región visitados.
En esta nueva gira, que concluirá el 14 de marzo tras visitar cinco países (la más amplia a la región desde que comenzó su gestión), Bush se estrenará en Uruguay y Guatemala, al tiempo que volverá por quinta vez a México, y por segunda ocasión a Colombia y Brasil, según datos de la Casa Blanca.
México es el país latinoamericano que más ha recibido al mandatario estadounidense, quien efectuó tres viajes directos a esa nación, además de incluirla en dos de sus giras por la región.
De hecho, Bush efectuó su primer viaje a América Latina cuando acudió a San Cristóbal (sureste de México) para reunirse con el entonces presidente Vicente Fox el 16 de febrero de 2001, un mes después de haber asumido su mandato y cuando todavía aseguraba que América Latina era su prioridad.
Bush efectuó su primera gira latinoamericana el año siguiente, del 21 al 24 de marzo, cuando visitó por segunda vez México, antes de reunirse en Lima con sus homólogos de Perú, Colombia y Bolivia, y terminar en El Salvador, uno de sus más cercanos aliados centroamericanos.
A fines de 2004, tras lograr la reelección, el presidente norteamericano acudió a la cumbre del Foro Asia Pacífico (APEC) de Santiago y se detuvo, a la vuelta, en Cartagena, Colombia, para reunirse con Alvaro Uribe, su mayor aliado sudamericano.
Un año después, Bush regresó a la región para participar en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina), de donde viajó a Brasilia para compartir un asado con su par brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, antes de rematar la gira en Panamá.