Buscar oro negro en Tierra Santa


La empresa Zion Oil and Gaz cotiza en la bolsa de Nueva York, y recaudó recientemente 21 millones de dólares para financiar el proyecto de buscar petróleo en Tierra Santa. FOTO LA HORA: ARCHIVO

John Brown, un tejano que se presenta como un «cristiano sionista», está convencido de haber recibido una misión divina: encontrar petróleo en Israel, el paí­s de la leche y de la miel.


Brown, de 69 años, no tiene duda alguna en que el subsuelo israelí­ está aborrotado de oro negro. De hecho, asegura, la Biblia ofrece todas las indicaciones necesarias para encontrar los lugares en donde se esconde el tesoro.

De pie, delante de su plataforma de perforación en el centro de Israel que alcanza los 45 metros de altura, este tejano proclama que caudales de petróleo correrán en unos meses por Tierra Santa.

«No hay «peros» que valgan, esto va a suceder», afirma.

Y no es el único en creerlo.

Su empresa, Zion Oil and Gaz, que cotiza en la bolsa de Nueva York, recaudó recientemente 21 millones de dólares para financiar el proyecto.

Pero en Tierra Santa, numerosos escépticos no olvidaron las palabras de Golda Meir, ex primera ministra de Israel y «dama de hierro» local, según las cuales Moisés habí­a tardado 40 años en sacar a los hebreos del desierto para llevarlos «al único lugar en Medio Oriente en donde no hay petróleo».

«Estaba equivocada», responde John Brown aferrándose a la vieja Biblia que tiene siempre al alcance de la mano y citando versí­culos del libro que, según él, constituyen indicios sobre la existencia de sitios petroleros.

Pero lejos de fiarse completamente de las escrituras divinas, Brown precisa que su compañí­a, fundada en el año 2000, también realizó estudios más minuciosos.

«Lo que comenzó como un acto de fe, fue apuntalado por pruebas sí­smicas y cientí­ficas», se entusiasma.

«Es la geologí­a que confirma la teologí­a», agrega este tejano que, sin experiencia alguna en materia de petróleo, se rodeó de profesionales del sector. Finalmente el descubrimiento de un vasto campo gasí­fero en las costas israelí­es lo alentaron.

Trabajadores turcos y geólogos israelí­es trabajan las 24 horas del dí­a en Maanit, el sitio de perforación situado a 50 km al norte de Tel Aviv.

Según Zion Oil, en 2005 se descubrieron indicadores sobre la presencia de hidrocarburos en una capa situada entre 3.636 y 4.696 metros, pero problemas mecánicos impidieron realizar otras pruebas.

Los trabajos se reanudaron en mayo y los responsables de la compañí­a esperan alcanzar una profundidad de 5.450 metros.

«Hace muy poco, la gente se burlaba cuando les decí­amos que planeábamos prospectar», recuerda Richar Rinberg, director general de Zion Oil and Gaz.

Según los responsables de la empresa, no se descubrió en Israel ningún campo petrolí­fero de importancia porque los trabajos de prospección no llegaron a una profundidad suficiente.

La operación que inició Zion Oil and Gaz cuesta de 30 mil y 50 mil dólares por dí­a, según John Brown.

Su empresa, registrada en el Estado de Delaware (este de Estados Unidos) dispone de dos licencias de prospección en Israel que cubren una superficie de 132 hectáreas.

En su folleto de presentación, Zion Oil and Gaz afirma que su vocación «es ayudar a Israel a ser independiente polí­tica y económicamente».

El descubrimiento de crudo en Israel supondrí­a una implicación mayor para el Estado hebro debido a su ubicación en una región que posee las principales reservas de oro negro en el mundo.

John Brown tiene confianza.

El petróleo, que según él comenzará extraer en poco tiempo, será de muy buena calidad y ésto por una simple razón: «no puedo imaginarme que Dios haya dado menos a Israel que a los árabes».

«Lo que comenzó como un acto de fe, fue apuntalado por pruebas sí­smicas y cientí­ficas».

John Brown