Tenemos varios casos como algunos doctores, abogados, licenciados, luego vienen los albañiles, los carpinteros, y en fin en todas las profesiones que existen, si fuéramos más consientes en hacer nuestro trabajo como es debido, les aseguro que no habría nada de qué arrepentirnos más adelante.
    
     El caso más cruel es el de los dos trabajadores de la radio, estos personajes no midieron las consecuencias de sus actos al querer obtener información referente el estado de salud de la Duquesa de Cambridge.
    
     Como buenos profesionales, si es que lo son, hubieran  buscado una mejor forma de obtener la misma sin tener que recurrir a la mentira, y lo peor de todo la usurpación de identidad, que es un delito penado por la ley, que, si las autoridades lo toman en cuenta y ojalá lo hagan tendrían que ir a parar a la cárcel no sólo por eso sino por homicidio involuntario, ya que la enfermera al enterarse que había dado información a las personas equivocadas se sintió tan avergonzada por haber fallado en su trabajo que optó por suicidarse.
    
     Qué piensan ahora estos dos ‘»periodistas» al respecto, lo que escuché en las noticias fue que ellos no regresarían a sus labores hasta nueva orden, ¿cree usted que eso es un castigo para un par de personas sin conciencia que por obtener lo que querían no les importó lo que después sucediera?, ahora hay unos niños sin madre y dos trabajadores de la radio que por no tener no sé, tal vez profesionalismo, causaron la muerte de una persona que venía haciendo su trabajo lo mejor posible a tal grado que después de lo sucedido se sintió tan abochornada por lo hecho, pues ella sí era una profesional celosa de su trabajo.
    
     Y los «periodistas» se sentirán avergonzados o al menos se sentirán mal por lo que hicieron, no basta sólo con pedir perdón, ellos deberían tener un castigo ejemplar para que de alguna manera ya no se estén valiendo de lo que no deben para poder alcanzar a como dé lugar lo que buscan, es cierto, es parte del trabajo, pero no a esos extremos.