Buscando su propia justicia


Un grupo de vecinos de Bárcenas se instala en una de las entradas a esta comunidad de Villa Nueva, para organizar patrullas que rondan durante la noche para proteger los hogares y ahuyentar a delincuentes.

Las voces de la muchedumbre fueron claras: «consigamos gasolina y quememos a este ladrón, hijo de la gran p…».

Carlos Duarte
lahora@lahora.com.gt

Un grupo de personas golpea a un presunto delincuente, luego de que éste fuera capturado y acusado de asaltar una unidad de transporte colectivo.Entre patadas y puñetazos, el grupo rodeó al presunto ladrón hasta que una patrulla de la Policí­a Nacional Civil apareció para arrestarlo.El grupo de personas indicó que de no haberse aparecido la patrulla de la PNC, habrí­an sacado gasolina a uno de los vehí­culos cercanos y hubieran linchado al malhechor.Por su parte el presunto ladrón manifestó que no tení­a nada que ver en el asalto, que él también fue asaltado y que si tení­a tatuajes era en honor a su madre, quien habí­a fallecido desde que era pequeño.

Cualquiera se impactarí­a de escuchar semejante expresión de parte de otro ser humano, pero aun así­, ese grupo de gente trabajadora que se dirigí­a a sus destinos particulares se desahogaba de lo que acababan de sufrir en la camioneta.

Tres sujetos se subieron y a punta de pistola los despojaban de sus pertenencias; ese grupo de gente acababa de sufrir un asalto, y en su frustración e ira, lograron capturar a un presunto delincuente y mientras le propinaban una paliza entre todos, pedí­an gasolina para poder lincharlo.

Y es que la violencia criminal y los í­ndices delincuenciales han sobrepasado no solamente las cifras de los últimos 30 años, inclusive los niveles vividos durante la guerra interna, sino que han colmado la paciencia de los guatemaltecos, quienes han vivido a merced de los criminales, desprotegidos por unas fuerzas de seguridad incapaces o sin el deseo de salvaguardar al ciudadano y de imponer el orden a esta anarquí­a que se vive en el paí­s.