Equipos de rescate turcos excavaban el sábado entre los escombros de cuatro edificios derrumbados, en lo que el viceprimer ministro dijo sería el último día de las operaciones de búsqueda de sobrevivientes del devastador terremoto de hace seis días.
La cifra de muertes por el sismo de 7,2 de magnitud, que sacudió además partes de Irán y Armenia, aumentó a 582, de los cuales 455 fueron en la ciudad oriental de Ercis. Cerca de 4.000 personas resultaron heridas y unas 230 fueron rescatadas con vida de los escombros, dijeron las autoridades.
El sábado, socorristas sacaron el cadáver de una maestra de 27 años de un edificio derrumbado y continuaban excavando en busca de otras dos personas.
La familia del maestro Tahir Ormanoglu acudió a Ercis desde la ciudad sureña de Adana en cuanto se enteró de que éste estaba atrapado dentro de un edificio y ha estado esperando desde entonces. Al menos tres personas fueron rescatadas de un bloque de apartamentos previamente, incluyendo una bebé de dos semanas.
«Queremos mantener la esperanza, pero no sé», le dijo el socorrista Yilmaz Ersoy a The Associated Press, en tono pensativo. «No hay indicios de que esté vivo, pero estamos buscando como si lo estuviese».
El viceprimer ministro Besir Atalay dijo que proseguían los trabajos de rescate en cuatro sitios en Ercis, pero esperaba que concluyesen más tarde.
Algunos sobrevivientes, en tanto, expresaron su frustración por la respuesta desigual a los damnificados por el terremoto, incluso luego que la ayuda extranjera comenzase a llegar y que el gobierno dijese que una escasez inicial de tiendas había sido superada.
Ishak Kartal, de 73 años, viajó a Ercis con un familiar joven en busca de tiendas de campaña para llevarlas a su aldea, Ulupamir, de unos 7.000 habitantes.
«Tenemos cuatro muertos. No hemos recibido suficiente ayuda», dijo Kartal.
El ministro del Interior, Idris Naim Sahin, dijo que el gobierno estaba preparando planes para albergar en un par de meses más a los desamparados en casas temporales prefabricadas.