Buscan posición en común


Secretario General de la OTAN  Jaap de Hoop Scheffer.  AFP PHOTO/ JOHN THYS

OTAN busca una posición común en sus relaciones con Rusia, Ucrania y Georgia.


Los cancilleres de la OTAN buscan hoy en Bruselas superar sus divisiones sobre la estrategia a adoptar ante Rusia y el grado de apertura de la Alianza Atlántica frente a las dos ex repúblicas soviéticas, Georgia y Ucrania.

A cuatro meses del breve conflicto armado que opuso del 7 al 12 de agosto a georgianos y rusos, la perspectiva de un ingreso rápido de Ucrania y Georgia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es casi nula, así­ como también la de una normalización completa de las relaciones con Rusia.

Una mayorí­a de la opinión pública ucraniana se opone a la OTAN y el caso georgiano se complicó por el reconocimiento unilateral de la independencia de sus regiones separatistas de Abjasia y Osetia de Sur por parte de Rusia, réplica de Moscú al apoyo de Occidente a la soberaní­a de Kosovo.

Incluso Estados Unidos, que busca presionar al final de la administración del presidente George W. Bush para volver irreversible la adhesión de las dos ex repúblicas soviéticas a pesar de la oposición de Moscú, reconoció que esa iniciativa llevarí­a «años».

«Nadie dijo que uno de esos paí­ses podrí­a estar listo a entrar en la OTAN mañana. Antes, necesitarán efectuar grandes reformas», declaró ayer el portavoz de la OTAN, James Appathurai.

En la cumbre de la OTAN de abril pasado en Bucarest, un conjunto de paí­ses aliados encabezados por Francia y Alemania habí­a bloqueado el acceso de Georgia y Ucrania al Plan de Acción con vistas a la Adhesión (MAP), primer paso para entrar en la Alianza Atlántica.

A pocos dí­as de la reunión de cancilleres de hoy y mañana en Bruselas, la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, reconoció que la cuestión del MAP no se plantearí­a por el momento.

El camino propuesto ahora por Rice es transformar dos órganos de cooperación (las comisiones OTAN-Georgia y OTAN-Ucrania) para intensificar el diálogo y las actividades con esos dos paí­ses.

Pero Alemania sospecha de esta iniciativa y quiere garantizarse que no se trata de esquivar el MAP para acelerar la adhesión de Georgia y Ucrania.

Estas diferencias hacen que el comunicado final de la reunión ministerial de Bruselas aún esté inconcluso, según fuentes diplomáticas.

Tras dos semanas de discusiones y 18 versiones, la OTAN seguí­a dividida hoy por la mañana sobre los términos de su declaración por lo que los cancilleres deberí­an solucionar el tema por sí­ mismos, salvo acuerdo de último minuto, indicaron otras fuentes.

Al mismo tiempo, los ministros de Relaciones Exteriores decidirí­an una reanudación parcial de los contactos OTAN-Rusia, congelados tras el conflicto ruso-georgiano de agosto, aunque sin avanzar hasta una normalización completa.

Los aliados de Estados Unidos son conscientes de la posibilidad de un cambio de polí­tica exterior norteamericana una vez que el 20 de enero asuma el presidente electo, el demócrata Barack Obama, más allá de que estén a favor o en contra de frenar la escalada con Moscú.