Buscan estí­mulo económico inmediato


Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal estadounidense planteó ayer la necesidad de una respuesta rápida ante la posible recesión de Estados Unidos.

El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, abogó ayer por un plan inmediato y temporario de estí­mulo a la economí­a ante el peligro de una recesión en Estados Unidos, pero advirtió contra el riesgo de un desborde presupuestario.


«Estoy de acuerdo en que una acción presupuestaria puede ser útil en principio» para sostener la economí­a, aseguró Bernanke en un discurso ante la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.

En efecto, «una estimulación presupuestaria y monetaria podrí­a aportar un sostén más amplio de la economí­a que solamente las bajas de las tasas (de interés)».

El presidente del banco central advirtió de todos modos que la concepción y la puesta en marcha de este plan de soporte a la economí­a eran «cruciales», y que cualquier medida mal concebida podrí­a ser incluso «bastante contraproducente», si empujaba la economí­a «en un mal momento» o si comprometí­a «la disciplina presupuestaria a largo plazo».

Por esa razón, Bernanke consideró que un plan de relanzamiento presupuestario deberí­a ser «puesto en marcha rápidamente», a fin de que sus efectos se hagan sentir «en los próximos doce meses».

Sin embargo, reiteró que tales medidas deben ser temporales «cualquiera sean los méritos intrí­nsecos», en una crí­tica velada contra los llamamientos republicanos para que los recortes de impuestos sean permanentes.

Se espera que el presidente George W. Bush presente nuevas medidas de impulso a la economí­a en su discurso sobre el estado de la Unión, el próximo 28 de enero, y muchos analistas esperan que proponga una extensión de sus recortes de impuestos.

Los demócratas reprueban estas medidas que, opinan, favorecen a los ricos y pretenden aliviar el sistema de contribuciones sobre los hogares más modestos, para lo cual analizan propuestas como la extensión de los subsidios de desempleo.

«Todo plan presupuestario deberí­a también ser eficaz, en el sentido que deberí­a maximizar la amplitud de la estimulación a corto plazo para cada dólar gastado», y deberí­a ser «explí­citamente temporal», explicó Bernanke.

El presidente de la Fed repitió por otro lado que estaba dispuesto a hacer su parte del trabajo para impedir una recesión.

«A la vista los cambios recientes de las perspectivas económicas y de los riesgos para el crecimiento, medidas suplementarias de recorte de las tasas podrí­an ser necesarias», estimó.

La Fed debe permanecer «excepcionalmente alerta, flexible y preparada para actuar de modo rápido y decidido, particularmente para enfrentar toda dinámica negativa que amenace la estabilidad económica o financiera», añadió.

Los mercados esperan una baja de medio punto de la tasa directriz de la Fed en su próxima reunión del 29 y 30 de enero, lo que la dejarí­a en 3,75%.

Entrando en detalles, Bernanke consideró que la crisis de los bienes inmuebles iba sin duda a «continuar frenando el crecimiento durante buena parte de este año». Del lado de las empresas, «los gastos de inversión corren peligro de ir más despacio en los meses venideros», añadió.

También se inquietó por la «frágil» situación de los mercados financieros, a pesar de los mejoramientos puntuales.

Finalmente mencionó el alza de la inflación, y consideró que «esto posiblemente refleja en parte los elevados costos de la energí­a sobre los precios al consumo» así­ como «los efectos de la depreciación del dólar sobre los precios a la importación».