Buscan definir agenda de seguridad pública y ciudadana


El libro de la seguridad nacional busca definir conceptos y declara una visión, misión y las polí­ticas que la harán realidad

Mario Mérida.

Centro de Estudios Estratégicos y de Seguridad para Centroamérica

Este artí­culo pretende movilizar y estimular la participación y la opinión de todas las organizaciones conocedoras de la temática acerca de la seguridad de la ciudadaní­a, como la sugiere Héctor Sandoval: «La condición, la situación social que permite y asegura el libre ejercicio de los derechos individuales y colectivos de las personas y la percepción por parte de éstas, de tal situación»


La ruta para su discusión está delineada por experiencias anteriores, como la obtenida durante la planificación y discusión de la elaboración del Libro de la Defensa Nacional de la República de Guatemala, para dotar al Estado de un instrumento que defina la polí­tica de defensa del Estado, en el nuevo contexto nacional y mundial. Este esfuerzo civil y militar reunió las propuestas de varias organizaciones y personas individuales relativas a los objetivos de la defensa, sus caracterí­sticas y las funciones de la defensa de la nación. Incluyendo un capí­tulo especí­fico para los controles democráticos, legislativo, auditorí­a social, cultura de defensa. La parte central describe la Organización de la Defensa y los medios para llevarla a cabo.

Un esfuerzo como el propuesto -El libro de la Seguridad Ciudadana- facilitará el desarrollo de las bases para la agenda seguridad -pública y ciudadana-. Este segundo termino, aún en construcción, razón por la cual expertos y teóricos no se arriesgan a definir operativamente, por su cercaní­a con la seguridad pública; concepto también confuso para la gran mayorí­a de guatemaltecos, por no decir de la totalidad. Una tarea de esta naturaleza requerirá de un grupo académico multidisciplinario, capaz de generar y coordinar espacios de discusión con los sectores organizados del paí­s, a fin de escuchar propuestas acerca del modelo policial, de la participación ciudadana, de los mecanismos de control y el proceso de profesionalización policial, que no termina de concretarse.

Un documento de esta dimensión es útil para facilitar las funciones presidenciales contenidas en el artí­culo 183, para hacer realidad los primeros tres artí­culos de la Constitución (Artí­culo 1o. PROTECCIí“N A LA PERSONA. El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común. Artí­culo 2o. DEBERES DEL ESTADO. Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. Artí­culo 3o. DERECHO A LA VIDA. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así­ como la integridad y la seguridad de la persona) -transcritos textualmente para destacar su importancia.

Declara visión de seguridad

Pero ¿Qué es un libro de Seguridad Ciudadana? Es un instrumento que define conceptos y declara una visión, misión y las polí­ticas que las harán realidad. En éste, se propicia la participación de la ciudadaní­a en la búsqueda de soluciones integrales, además de ampliar su participación en la auditoria de los entes responsables de la conducción de las polí­ticas y planes, logrando con ello desarrollar o promover una cultura de participación. El proceso de elaboración de este instrumento enriquece el debate, no como simple catarsis, sino como el natural derecho de contribuir en la construcción de una nación más segura. En la medida que se amplia la participación ciudadana se legitiman los contenidos y se garantiza la sustentabilidad de su alcance, lo cual obliga a pensar en un presupuesto acorde a las expectativas que se pretenden.

El mayor reto de la elaboración del libro de la Seguridad Ciudadana será el análisis de los diferentes aspectos (sociales, culturales, polí­ticos, económicos), que jalonan un producto de esta naturaleza. Cuestión fácil de superar en la medida que se entienda la importancia de una planificación para enfrentar con éxito las distintas expresiones del crimen organizado. Los expertos señalan la importancia de establecer las fases de la planificación para la prevención de la criminalidad; quizás la referencia más próxima para el caso de nuestro paí­s es Mauricio Cusson, quién propone seis grandes etapas: identificar y analizar el problema criminal; Metas claras, especí­ficas y evaluables; Selección de los recursos que tendrán más probabilidad de influenciar en las causas del problema identificado; agenciarse de suficientes medios; movilizar o incorporar socios; y evaluar.

La propuesta no tiene nada de extraordinario. Ya se llevó a feliz término el Libro de la Defensa Nacional de la República de Guatemala; existen metodologí­as y personas con basto conocimiento de la problemática de seguridad en el paí­s, lo cual reduce el costo de contratar extranjeros. La puesta en vigencia de este sano debate desideologizado necesita también de la participación del Ministerio de Gobernación y del Consejo Asesor de Seguridad, a fin de asegurar que la doctrina relativa a la seguridad ciudadana se incorpore a la Policí­a Nacional Civil.