Estados Unidos y China inician conversaciones de alto nivel hoy sobre asuntos económicos clave, que se prevé estarán dominadas por las preocupaciones norteamericanas por el creciente déficit comercial con el gigante asiático.
Aunque este «diálogo económico estratégico» está destinado a discutir inquietudes de largo plazo entre las dos potencias, el foco de esta reunión de dos días se volcará en la moneda china, el yuan, que grupos estadounidenses dicen que está considerablemente subvaluado y que es el responsable de la extensa brecha comercial.
Un grupo de 21 legisladores del poderoso Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos escribió una carta a la viceprimera ministra de China, Wu Yi, quien llegó el lunes a Washington con 15 ministros para las conversaciones, en la que piden a la funcionara que esté preparada para «compromisos significativos» en la reunión.
Encabeza su lista de preocupaciones inmediatas la necesidad de «aumentar la flexibilidad y la apreciación» del yuan.
«Un fracaso en resolver adecuadamente estos asuntos de corto plazo no sólo mantendrán fuera de alcance nuestros objetivos de largo plazo, sino que además amenaza con socavar las relaciones entre nuestros dos países», advirtieron los legisladores en la carta enviada el viernes.
Otras inquietudes mencionadas fueron el respeto por parte de China de los derechos de propiedad intelectual, la implementación de compromisos de la Organización Mundial de Comercio, las persistentes restricciones «no científicas» sobre productos agrícolas estadounidenses, y barreras arancelarias y no arancelarias sobre bienes y servicios ambientales.
«Avances en varias áreas han sido largamente prometidos y (los plazos) están vencidos», dijeron los senadores, quienes supervisan la política comercial de Estados Unidos.
Los legisladores norteamericanos acusan a Pekín de mantener artificialmente bajo su tipo de cambio para dar una ventaja desleal a sus exportadores, un factor clave mencionado para el creciente déficit comercial estadounidense con China, que alcanzó los 232.000 millones de dólares el año pasado.
También han amenazado con presionar para aprobar legislaciones que impongan sanciones a Pekín si los chinos se rehúsan a hacer modificaciones.
Pero es difícil que Wu Yi, conocida como dura negociadora, pueda satisfacer sus demandas, aunque programó enfrentarlos personalmente y explicarles las propuestas de Pekín para una moneda estable, mientras batalla con diversos problemas económicos.
«Los intentos de politizar los temas comerciales deben ser resistidos», declaró la funcionaria antes de viajar y acusó a grupos norteamericanos de sobredimensionar el desbalance comercial de Estados Unidos con China o incluso de abogar por «proteccionismo comercial».
En un aparente intento por aplacar las preocupaciones estadounidenses antes de las conversaciones de esta semana en Washington, Pekín amplió la banda cambiaria del yuan el lunes para mostrar la flexibilidad china.
China, con más de un billón de dólares en reservas internacionales, también anunció que invertiría 3.000 millones de dólares en la compañía estadounidense Blackstone en un paso que podría darle a la firma potenciales ventajas de negocios en China.
Las continuas inversiones en compañías norteamericanas podrían ayudar a restaurar algún equilibrio en las cuentas de China con Estados Unidos y aliviaría uno de los puntos de roces entre Washington y Pekín, dijo el diario Wall Street Journal.