La Unión Europea parecía resignada a postergar nuevamente mañana el otorgamiento de un mandato a la Comisión Europea para negociar con Rusia un nuevo acuerdo de asociación estratégica, a raíz de la negativa de Lituania a levantar su veto.
Si bien la presidencia eslovena de la UE mantuvo el tema en la agenda de la reunión de los 27 cancilleres del bloque en Luxemburgo, el ministro lituano de Relaciones Exteriores, Petras Vaitiekunas, reiteró hoy en Vilna su oposición.
«Queremos que nuestros socios de la UE escuchen nuestros intereses. Queremos cooperar con Rusia, sabemos que es muy importante para toda la UE, pero también queremos la seguridad, la solidaridad y la justicia», dijo Vaitiekunas.
Los otros países de la UE, para los cuales el inicio de esas negociaciones es fundamental para mejorar las difíciles relaciones con la Rusia de Vladimir Putin, intentaron el jueves convencer a esta ex república soviética muy desconfiada de cara a Moscú, agregando al mandato una declaración que refleja sus preocupaciones energéticas.
En ese texto, los 27 subrayan la necesidad de que Moscú actúe para reestablecer sus entregas de petróleo a la única refineria de Mazeikiu, suspendidas desde 2006 por razones puramente políticas según Vilna.
También aseguran que presionará a Rusia para que respete los principios de reciprocidad, transparencia y seguridad de las inversiones energéticas inscritos en la Carta de Energía que Moscú se niega a ratificar.
Pero los socios de Lituania se negaron a agregar una declaración sobre Georgia en la que se instaría a Moscú a esforzarse para resolver los conflictos congelados de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Vilna reclamó esa declaración en razón del anuncio de Moscú a mediados de abril de reforzar sus lazos con esas dos regiones.
Ante esta situación, y si bien no hay veto formal, Lituania bloquea la aprobación del mandato, tal como lo había hecho durante 15 meses Polonia a raíz de un embargo ruso sobre los productos agrícolas polacos.
Los ministros, que recibirán mañana por la noche a su homólogo ruso Serguei Lavrov, esperan encontrar una solución y que el mandato pueda ser adoptado a tiempo para que las negociaciones puedan ser lanzadas en la cumbre UE-Rusia de fines de junio en próximo en Siberia.
Si las esperanzas son muy limitadas en ese tema, la UE piensa en cambio que es posible avanzar con la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación con Serbia, bloqueado por Holanda desde hace varios meses.
La UE quieren firmar este acuerdo -primera etapa de cara a la entrada de Serbia al bloque- antes de las elecciones legislativas serbias del 11 de mayo con el objetivo de ayudar a los partidos pro-europeos ante los nacionalistas.
El ministro holandés de Relaciones Exteriores, Maxime Verhagen, que condicionaba la firma de este acuerdo a una plena cooperación de Serbia con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPI), fue autorizado el jueves por su parlamento a mostrarse más flexible en esta cuestión.