Busca incrementar el turismo con sus atractivos coloniales


La catedral de San Salvador con estilo colonial es parte de las atracciones que se ofrecen en este nuevo paquete turí­stico. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La historia colonial, el ecoturismo y los festivales gastronómicos son los ejes de la nueva estrategia, denominada «Pueblos vivos», lanzada por las autoridades salvadoreñas para fomentar el turismo interno y atraer visitantes extranjeros.


La idea de aprovechar el pasado colonial de pueblos que tienen iglesias, conservadas viviendas y calles empedradas, surge de los nuevos responsables del ministerio de Turismo, que se instalaron el 1 de junio con el gobierno de Mauricio Funes, y de la Cámara de Turismo.

«Pueblos vivos es el punto emblemático de la nueva estrategia. Pueblos vivos es el primer circuito que tenemos de turismo y el primer circuito se llama turismo interno», declaró a la AFP el ministro de Turismo, José Napoleón Duarte (h).

Para estimular la participación de los pueblos en el naciente plan, el ministerio abrió un concurso en el que participaron 56 municipios que disponen de bosques, agradable clima y que tratan de posicionar la cultura, costumbres y tradiciones para convertirlos en destino turí­stico «altamente competitivo».

Con esta estrategia se busca además generar ingresos para los municipios, crear empleos y sacar de la crisis en que cayó el sector de turismo en el primer semestre de este año.

De enero a junio, el sector registró una caí­da de 43,4% en los ingresos en comparación a igual periodo del año pasado, al recibir 243,1 millones de dólares, según estadí­sticas del ministerio de Turismo.

El concurso de Pueblos Vivos lo ganó Alegrí­a, una ciudad enclavada entre cafetales a 1.600 metros sobre el nivel del mar y que dispone de una bella laguna volcánica, en la zona norte del departamento de Usulután, a 100 km al este de San Salvador.

«Estoy muy contento de Pueblos Vivos, es una nueva forma de ver el turismo. Pueblos vivos significa economí­a, salud, significa darle la opción a las localidades para que busquen el desarrollo y significa rescatar la cultura», enfatizó Duarte.

Después de la primera experiencia de municipios que salen al rescate de su cultura para atrar visitantes, el ministro dijo que es un aliciente conocer que otros pueblos están interesados en dar el paso de presentar una oferta.

Los festivales gastronómicos y visitas a plantaciones y beneficios procesadores de café, se convierten además en el principal atractivo para los extranjeros que llegan al paí­s tradicionalmente en busca de sol y playa.

El Salvador dispone de 352 establecimientos de hospedaje, que suman 7.967 habitaciones, y genera un poco más de 40.000 empleos directos.

El turismo aportó a la economí­a salvadoreña el año pasado 733,9 millones de dólares (3,3% del PIB), superando los 714,5 millones de dólares de 2007.