Busca el auto limpio ideal



Los fabricantes de automóviles japoneses no escatiman gastos para explorar todos los caminos que puedan conducirlos al auto «verde» del futuro (hí­brido, eléctrico, con pilas de combustible o diésel limpio) para estar seguros de liderar el mercado cuando éste largue la carrera.

Pionero del motor hí­brido, que utiliza a la vez gasolina y electricidad, Toyota franqueó en junio el umbral de un millón de vehí­culos de este tipo vendidos desde el lanzamiento del primer modelo, el Prius, en 1997.

Ambiciona vender un millón por año a partir de 2010, y presentó en el Salón Automovilí­stico de Tokio -el Tokyo Motor Show- un modelo cuya baterí­a se recarga en una simple toma de corriente.

Pero Toyota también es un pionero de la baterí­a de combustible, del cual desveló un prototipo funcional en 1996. A fines de septiembre, hizo rodar durante 560 km un coche sólo con hidrógeno, gracias a un nuevo tanque que permite almacenar más gas a alta presión.

Según informaciones de prensa, Toyota desarrolla también un motor diésel «limpio», en colaboración con el fabricante de camiones Isuzu.

Su rival Nissan apuesta por su lado a un coche enteramente eléctrico, del cual prevé una comercialización masiva en 2012, gracias a los progresos técnicos que asegura haber obtenido en materia de baterí­as.

Pero Nissan lanzará también su primer vehí­culo hí­brido en 2010, así­ como su primer coche diésel «limpio» en 2008.

Honda, otro pionero de los motores hí­bridos, también anunció su intención de lanzarse al diésel limpio lo más pronto posible.

«En materia de diésel limpio, los fabricantes japoneses están un poco atrasados en relación a los europeos, pero intentan recuperarse», explicó Hirofumi Yokoi, analista de CSM Asia. «Todos los fabricantes japoneses buscan el equilibrio óptimo» entre las cuatro tecnologí­as, agregó.

Por ahora, la comercialización masiva de coches diésel limpios, hí­bridos, eléctricos o con pilas de combustible sigue siendo un objetivo lejano, ya que los costos son elevados y las tecnologí­as no están del todo listas.

Las baterí­as de combustible tienen como particularidad no eliminar sustancias nocivas en la atmósfera, contentándose con verter agua.

Pero el principal escollo sigue siendo la dificultad de almacenar hidrógeno a alta presión en un coche para obtener una autonomí­a aceptable. Los investigadores japoneses estiman que no será posible antes de 2020.

Los coches eléctricos sólo ofrecen una autonomí­a reducida, y sus baterí­as son desesperadamente largas de recargar. En cuanto a los coches hí­bridos, siguen siendo muy caros. Las baterí­as de ní­quel y de hidruro metálico cederí­an progresivamente el lugar a las baterí­as de litio-ion que aportan una autonomí­a adicional de 30%.

«Pero el problema es que las baterí­as de litio-ion tienen una enojosa tendencia a explotar», explicó Chris Richter, analista de CLSA Asia Pací­fico.

Debido a esa razón, Toyota renunció por ahora al litio-ion. «La última cosa que desean los fabricantes es que la prensa publique historias sobre baterí­as que explotan. Eso matarí­a la tecnologí­a», dijo Richter.

Pero Nissan afirma haber encontrado la solución milagrosa para producir baterí­as de litio-ion fiables.

«Pensamos que hemos hallado la respuesta a todos los riesgos relacionados con la seguridad. Ningún fabricante automovilí­stico del mundo pondrí­a en el mercado algo peligroso», aseguró su presidente, el francés Carlos Ghosn.

«Sentimos mucha incertidumbre entre los fabricantes sobre la tecnologí­a que se impondrá en el futuro», explicó no obstante Richter.

«El inicio del siglo XXI se parece mucho al comienzo del siglo XX, cuando los fabricantes de coches experimentaban con toda suerte de mecanismos automovilí­sticos antes de que el motor de explosión se impusiera durante 100 años», subrayó el analista.