Kent Mechels pasó las últimas tres Navidades lejos de su familia para barrer la nieve de los caminos de Minnesota y los ciudadanos pudieran manejar con seguridad. Era un sacrificio que aceptó como parte de su trabajo, dijo.
ST. PAUL / Agencia AP
Pero luego de quedar desempleado por el cierre gubernamental del estado —que ahora entra en su segunda semana_, ahora sopesa renunciar.
«Estoy buscando en otras dependencias en diferentes estados. He vivido en Minnesota toda mi vida. Quizá me vaya», dijo Mechels, padre soltero de Rochester. «Cuando el gobierno del estado trata así a sus empleados, no necesito ser parte de él».
Muchos de los 22.000 empleados públicos que se quedaron sin trabajo por el estancamiento en las negociaciones presupuestales de Minnesota dicen que sortearán el desempleo usando los ahorros personales, el ingreso de sus cónyuges o los cheques del subsidio por desempleo. Pero otros buscan ya un nuevo empleo, lo que amenaza con generar una fuga de cerebros, otro aspecto negativo del cierre gubernamental estatal más largo de Estados Unidos en una década.
Erik Pakieser, un planeador de emergencias para el departamento de transporte del estado, recurrió a Twitter después del cierre gubernamental para promover sus servicios en el sector privado con la esperanza de obtener un mejor sueldo.
«Si consigo un mejor empleo, qué bueno. Si no, tarde o temprano tendré otra vez mi empleo estatal», dijo el hombre de St. Anthony Village. «Â¿Quién sabe? Quizá haya un aspecto positivo en todo esto».
Las preocupaciones monetarias de los empleados contrastan fuertemente con la posición de los legisladores estatales, quienes pueden recibir sus salarios durante el cierre, aunque algunos han preferido no cobrarlo.
Brian Lindholt, de Minneápolis, dice que los republicanos podrían dar fin al cierre simplemente llegando a un arreglo con el gobernador demócrata.
«Esto es real. No es una broma», dijo Lindholt, padre de tres que trabaja en el Departamento de Transporte. «Esta es la vida real y estamos sin trabajo porque (…) están usando su mayoría legislativa porque creen que pueden mangonear al gobernador».
«Se les paga por hacer un trabajo», agregó Mechels. «No lo están haciendo y nos están usando como peones».