Los Chicago Bulls lograron minimizar los daños de LeBron James y frenarlo en los minutos finales, para derrotar ayer 86-85 a los Cleveland Cavaliers en el campeonato de la NBA.
Luol Deng anotó 15 puntos y fue clave en aguantar a James, mientras que Derrick Rose aportó 14 tantos y 11 asistencias y John Salmons tuvo 14 cartones por los Bulls, que propinaron a los Cavs su segunda derrota en su propia cancha.
Cleveland, que perdió con Boston en el partido de apertura del campeonato, sólo dejó escapar tres juegos el pasado año en su arena del Quicken Loans, donde cosechó marca de 45-3.
James, que lideró a los Cavaliers con 25 puntos, perdió el balón faltando 3.2 segundos para el final, presionado por la férrea defensa de Deng y el francés Joakim Noah.
La dirección de Cleveland protestó fuertemente al considerar que James había recibido falta en la jugada, pero los árbitros desestimaron la llamada.
«Me dieron falta. El (Noah) se abalanzó sobre mí, y no la cantaron», dijo un molesto James.
Después del silbatazo final, James fue a reclamarle a los oficiales Ron Garretson, Michael Smith y Eli Roe, pero cambió de idea, encogió los hombros, y se marchó a los vestuarios.
Shaquille O»Neal aportó 14 puntos y 10 rebotes y el brasileño Anderson Varejao añadió 12 y 13 tablas para los Cavs, que ahora tienen marca de 3-3.