Un juez federal sentenció a la estrella de reggae y ganador de un Grammy Buju Banton a 10 años en prisión ayer, la pena mínima que pudo recibir por participar en una compra grande de cocaína en 2009.
El artista jamaicano de 38 años fue beneficiado por la decisión del juez de distrito James S. Moody de revertir una condena por posesión de armas que hubiera agregado cinco años más a su sentencia.
TAMPA / Agencia AP
El abogado de Banton, David Markus, dijo que Banton podría estar en libertad dentro de seis años por buena conducta y tiempo ya cumplido en la cárcel.
En un comunicado que escribió después de ser sentenciado, Banton, cuyo nombre verdadero es Mark Myrie, agradeció a su familia, sus seguidores y personas que desde varias partes del mundo inundaron al tribunal con cartas de apoyo.
«Los días que se avecinan están llenos de desesperación pero tengo valor, gracia y esperanza, y eso es suficiente para seguir adelante», dijo Banton en el comunicado, que fue leído por Markus. «El hombre no está muerto. No lo llamen un fantasma».
Banton, vestido con un uniforme de prisión gris y con grilletes en los tobillos, no habló en el tribunal y no reaccionó cuando Moody anunció la sentencia. El cantante alto y delgado, con trenzas al estilo rasta, le sopló un beso a sus seguidores consternados cuando fue escoltado del tribunal.
Un jurado lo condeno en febrero por asociación ilícita para poseer cocaína con la intención de distribuirla, poseer de una arma de fuego para facilitar un crimen de tráfico de droga y usar un teléfono para facilitar un crimen de tráfico de droga.
Moody revirtió la acusación de posesión de arma al reconocer que Banton no sabía que los demás involucrados estaban armados, que fue el argumento para la imputación. No fue condenado por portar una arma personalmente.
Markus había argumentado que Banton merecía una sentencia ligera porque su participación en la compra de cocaína fue limitada y porque ha hecho obras de beneficencia en Jamaica y no tenía antecedentes penales.
Pero el fiscal James Preston pidió una sentencia más larga, argumentado que la compra de cocaína no se hubiera materializado sin la ayuda de Banton.
Moody estuvo de acuerdo que la participación de Banton fue clave pero se negó a aumentar la sentencia.