Buen viaje presidente Bush


En su reciente visita a Guatemala algunas personas le dieron la bienvenida, y otras le desearon una mala estancia en nuestro paí­s. Yo le deseo un feliz retorno y que nunca vuelva.

Valerio Ibarra Rodrí­guez
valerioasecovir@yahoo.com

Señor George W. Bush, usted se ha ganado el repudio de una gran mayorí­a de personas en todo el mundo, a cualquier lado que vaya, su llegada no es bien recibida, y por esa razón espero que haya podido apreciar en los paí­ses latinoamericanos que recién visitó, la organización de multitudinarias manifestaciones de repudio hacia su persona.

En todos los paí­ses del globo terráqueo las visitas de los presidentes estadounidenses no han sido de mucho agrado, pero usted señor Bush, ha roto récord, hay más gente en contra que a su favor. Si mal no recuerdo, cuando vino a Guatemala el ex presidente Bill Clinton, hubo ciertas manifestaciones de rechazo, pero no como ahora que usted vino señor Bush.

Todos nos hemos preguntado ¿A qué vino el presidente de los Estados Unidos de América? Nadie tiene una respuesta a esa interrogante, muchos creemos que su estancia en Guatemala fue una parada técnica, de descanso, ya que vení­a de una gira de tres paí­ses de Sudamérica, para concluir su periplo en México. De acuerdo a la agenda del señor Bush que conocimos, no hubo ninguna reunión de trabajo, pues el dí­a domingo cuando vino en horas de la noche, del aeropuerto se dirigió directamente al hotel donde se hospedó. El lunes por la mañana, se trasladó a Santa Cruz Balanyá, Chimaltenango. Después a mediodí­a los dos gobernantes se trasladaron al Palacio Nacional de la Cultura para realizar los actos protocolarios, seguidamente hubo una conferencia de prensa, finalizando con la cena que le ofreció el Presidente de Guatemala, para dirigirse después al aeropuerto y continuar su viaje. Lo que si es cierto, es que por razones de seguridad, su corta estancia sirvió para paralizar al paí­s, fueron casi la totalidad de establecimientos educativos en donde no hubo clases, y varios negocios tuvieron que cerrar, porque se prohibió la libre circulación en los lugares por donde pasarí­a la comitiva del señor Bush.

Lo que más lamento es que grupúsculos de personas resentidas hayan manchado paredes y monumentos históricos, con palabras fuera de lugar, como también los disturbios que se realizaron alrededor del Palacio Nacional de la Cultura, esta clase de actitudes no conducen a nada bueno, pues agraden a personas que son completamente ajenas a todos los hechos vandálicos, el señor Bush ni se debe de haber dado cuenta de los disturbios que se realizaron en su contra.

Presidente Bush, espero que haya llegado a su destino, pero por favor nunca vuelva, usted no es bienvenido en ningún paí­s latinoamericano.