«El laborismo ha perdido el norte», tituló en portada el diario británico de mayor tirada condenando el anticipado discurso que Brown pronunció el martes en la costera localidad inglesa de Brighton (sur). «Tras 12 largos años en el poder, este Gobierno se ha perdido. Ahora ha perdido también el apoyo del Sun», agregó.
«Hace 12 años, Gran Bretaña pedía a gritos un cambio de un gobierno dividido y agotado. Hoy estamos otra vez en la misma situación», agregó al anunciar su apoyo a los conservadores liderados por David Cameron, más favoritos que nunca de las elecciones generales que deben celebrarse a más tardar en junio de 2010.
El diario de tendencia derechista propiedad del magnate Rupert Murdoch abandonó su histórica lealtad a los conservadores en beneficio del entonces ascendente laborista Tony Blair en 1997.
El apoyo del Sun, que en 2008 tiraba 2,9 millones de ejemplares diarios, se considera un argumento de peso para convencer a los electores. Blair lo convirtió en una de sus prioridades en 1997, y el diario sensacionalista mantuvo su confianza en él en 2001 y 2005.
Brown no tardó en reaccionar. «El pueblo británico será el que decidirá las elecciones, no un diario», declaró en la cadena Sky News. «Tengo una posición anticuada que es que uno lee los periódicos para tener noticias, no opiniones», declaró por otra parte al canal GMTV.
Y a la BBC le dijo que los votantes tendrían «una visión bastante diferente del Sun» si miraran las promesas en su discurso para luchar contra la delincuencia juvenil, regular las primas de los banqueros y celebrar un referéndum para cambiar el sistema de votación británico si gana las elecciones.
Pero el resto de la prensa coincidió en que el anticipado discurso de Brown, dominado por las medidas sociales, fue probablemente el último discurso en un Congreso como primer ministro.
«Estuvo lleno de recordatorios de lo bueno que han hecho los laboristas, pero hubo poco suficientemente audaz para contrarrestar la corriente hostil», escribió la columnista Polly Toynbee en el diario The Guardian, que tradicionalmente apoya a los laboristas.
El Daily Mail señaló que lo que Gordon Brown olvidó es decir cómo el gobierno, que ya tiene problemas para equilibrar las finanzas británicas tras los masivos planes de salvamento del sistema bancario, pagaría sus promesas.
«Su omisión más flagrante fue su fracaso en decirnos de dónde saldrá el dinero para sus espléndidos compromisos, cuando incluso ahora admite que los recortes son cruciales», escribió el diario.
Un sondeo de opinión publicado el martes mostraba que los laboristas habían caído por primera vez desde 1982 al tercer lugar en intenciones de voto, muy por detrás de sus rivales conservadores y a un punto de los liberal-demócratas.
Sin embargo, en los pasillos del Congreso de Brighton, los laboristas insistían en que las elecciones no están todavía decididas.
«Los medios de comunicación británicos son culpables por decir que la gente quiere un cambio de gobierno. No estoy convencida de ello», afirmó Bhavna Joshi, posible candidata a un escaño en el sur de Inglaterra, que se declaró animada por la unidad alcanzada.