Me llamaron la atención muchas cosas, tanto desde el punto de vista económico como los ángulos mercadológicos y creativos, además de algo importantí­simo, el aspecto nutricional. El fabricante, un joven con pocos meses de casado -Billy Harders-, fue quien personalmente obsequió hogazas a algunos asistentes a la reunión y aproveché para informarme con curiosidad periodí­stica, especialmente sobre lo que yo creí­ un error ortográfico en la palabra inglesa brothers. La impresión inicial de la marca BroHders da un sentimiento raro a quien lee inglés y éste confunde un poco. Esa es, precisamente, la intención: Llamar así­ la atención.

La idea nació, según me contó Billy, de un proyecto universitario en 2006, haciendo pan para la casa y vendiéndolo a toda la familia. De esa manera descubrió Billy que de hacer pan no sabí­a nada. Pero como hacer pan le gustó, se propuso aprender por medio de libros y por medio de la práctica, sabiendo que era una tarea que le costarí­a tiempo, esfuerzo y dinero.

Conseguir la harina fue uno de sus problemas iniciales en virtud de que ésta no se consigue en el supermercado o en el mercado. Allí­ se consigue harina para usos múltiples, pero no harina especí­fica para hacer pan. Hubo de comprarla por quintal en un molino y tuvo que vencer, también, la resistencia de la familia al verlo llegar con un quintal de harina a la casa.

Así­ pues que, experimentando con diferentes tipos de pan utilizando el horno hogareño, logró finalmente su primer gran pedido; setecientas libras de galletas para una Navidad. Este éxito le estimuló para seguir experimentando con diferentes tipos de pan, texturas y sabores, de tal manera que ahora con experiencia, logró un pan de rodaja muy diferente a los que se encuentran actualmente en el mercado.

El pan tiene las caracterí­sticas que es pan natural, artesanal, sin quí­micos o preservantes. Las ventajas son: Un mejor sabor, una mejor textura, mejor apariencia y sobre todo, una mejor calidad de vida para el consumidor, aunque el precio sea ligeramente más alto que el pan que existe generalmente en el mercado.

Llama mucho la atención lo que los jóvenes profesionales hacen para subsistir buscándose una vida digna dentro del maremágnum de la crisis económica mundial. Puede verse que el tiempo de crisis estimula la creatividad humana, origina mejores productos y amplí­a el abanico de alternativas en la oferta del mercado.

Bien para Billy Harders y la introducción exitosa de un producto mejorado en el mercado nacional. Puede verse el inicio del florecimiento de la pequeña industria en Guatemala.