«Brillantes» ideas contra la inseguridad…


Niña secuestrada. Chofer muere a balazos. Mujer apuñalada. Linchado por comunidades… algunas formas de decir buenos dí­as a la población guatemalteca. Un terror generalizado por la falta de seguridad carcome, la población urge de soluciones y en un intento más por «resolver» el problema en cada rincón del territorio nacional, el Comandante General de las Fuerzas Armadas anuncia que tiene la intención de: «aumentar la tropa de efectivos militares de 15 mil a 25 mil hombres, de forma gradual».

Lourdes ílvarez
usacconsultapopular@gmail.com

Para lograr ese objetivo en el Presupuesto General de la Nación del 2009, se le asignaron mil 301 millones de quetzales a Defensa, posteriormente el Organismo Legislativo dio ví­a libre para otorgarle un aumento de Q150 millones a esa cartera. Todo justificado bajo el reglón de modernización, equipamiento y pago de salarios para tareas de «seguridad ciudadana».

La propuesta operativa surge en el marco de respuesta «efectiva y sobre todo práctica», que el Estado busca dar al clamor popular de resguardo y garantí­a del derecho fundamental a la vida, que además se ubica en un contexto de olvido y resarcimiento económico, más que en uno de justicia y resarcimiento integral que incluya castigo a quienes han cometido crí­menes.

«Se deben voltear las páginas trágicas de la historia guatemalteca y caminar a la construcción», pero bajo ninguna perspectiva señor Presidente, voltear implica olvidar y mucho menos pasarse por el rincón más oculto del cuerpo, los Acuerdos de Paz, en este caso, el que refiere al Fortalecimiento del Poder Civil y el papel del Ejército en una sociedad democrática, donde claramente se expresa que no corresponde a los militares el resguardo de la población.

Es evidente que el tema seguridad, y no sólo en el caso del organismo Ejecutivo, se aborda desde una perspectiva simplista y aislada donde la represión y criminalización es la constante. La población ha perdido la confianza en sus instituciones, ¿por qué entonces no apostarle a recuperarla? ¿Acaso no salta a la vista que no puede seguir postergándose el tema?

Los más de 17 asesinatos diarios, los cientos de municiones y armas sin control que circulan por todo el paí­s, la proliferación de empresas que lucran con el miedo, la casi nula suma de casos en los que se ha logrado condenar a las personas que han violado material e intelectualmente la ley, entre cientos de casos y cosas más, se deben abordar bajo la perspectiva de avanzar, construir y trabajar por una nueva sociedad, pero no se logrará si se recurre a prácticas estatales que únicamente responden a coyunturas actuales y no se apuesta por erradicar la impunidad como práctica social.