Brasil usó dos palabras para definirse como invitado de honor en la Feria del Libro de Fráncfort: «Antropofagia cultural». El gigante sudamericano se ve como un país que «deglute influencias exteriores y las usa para crear algo propio». Su diversidad histórica y racial se refleja en una literatura dinámica, multiforme y siempre en movimiento.
«Traemos escritores de origen diverso, cada uno con su forma de expresión personal, propia, intransferible. Una suma. Un mosaico, quizás. Un tejido de hilos entrecruzados que forma dibujos imprevisibles y sorprendentes», señaló en la inauguración de la feria Ana María Machado, escritora y presidenta de la Academia Brasileña de Poesía.
Pero Machado también destacó el punto de unión de todos ellos. «Los problemas brasileños aparecen en las obras de los escritores más diversos y bajo una mirada punzante. La sociedad y la política brasileñas están siempre presentes en todo lo que publicamos. Este sustrato político es nuestra seña de identidad».
Esa multiplicidad propia del quinto país más grande del mundo y de su origen multiétnico se refleja en el lema de Brasil en Fráncfort, «Un país lleno de voces», y en la nómina de 70 autores que viajaron a la feria. Un recorrido errante y desordenado por algunos de ellos lo demuestra.
Andrea del Fuego, una de las nuevas voces femeninas brasileñas, se convirtió en escritora a través del erotismo. Después de mostrar a un amigo cuentos eróticos que «jamás pensaba publicar», se metió en el mundo de la literatura y debutó con «Os Malaquias» (Los Malaquías), que vio la luz en 2011 y ganó el Premio José Saramago.
«Como la novela encajó tan bien con el público portugués, que siente gran atracción por los textos poéticos, esa euforia repercutió luego también en Brasil», explicó en una entrevista reciente con el canal alemán Deutsche Welle.
Su obra transita en un mundo que es a la vez onírico y banal, en el que juegan, confusamente, la verdad y la mentira. Así puede entreverse en los títulos de algunos de sus libros más vendidos, como «Minto enquanto posso» (Miento mientras puedo, publicado en 2004; «Nego tudo» (Niego Todo), de 2005, y «Engano seu» (Te engañas tú), de 2007.
Michel Laub, nacido en 1973, es novelista, cuentista y periodista. Debutó en la ficción en 1998 con el libro de cuentos «Não Depois do que Aconteceu» (No después de lo que sucedió) y tres años después publicó su primera novela, «Música Anterior».
Su obra se apoya en un «narrador-personaje» que generalmente habla consigo mismo en un intento por determinar la relación causa y efecto entre el pasado y el presente de atormentados protagonistas. Por la misma línea siguen sus obras posteriores: “Longe da Água” (Lejos del Agua), de 2004; «Segundo Tempo» (Segundo Tiempo), de 2006; y «Diário da Queda» (Diario de la Caída), de 2011. Su única obra narrada por más de una voz es «O Gato Diz Adeus» (El Gato dice Adiós), publicada en 2009.
El más joven de la «trilogía de treintañeros» es Daniel Galera, nacido en 1979. El escritor y traductor de literatura contemporánea de lengua inglesa posee una vasta y reconocida obra que incluye «Cordilheira» (Cordillera), publicada en 2008 y con la cual ganó el premio Machado de Assis de Novela, otorgado por la Fundación Biblioteca Nacional, y «Até o dia em que o cão morreu» (Hasta el día en que el perro murió), que data de 2003 y fue adaptada al cine cuatro años después por los directores Beto Brant y Renato Ciasca bajo el título de «Cão sem dono» (Perro sin dueño).
Otra de las revelaciones en Fráncfort es el novelista, poeta y ensayista Luiz Ruffato, nacido en 1961 proveniente de una familia de inmigrantes italianos. El autor de «Eles eram muitos cavalos» (Ellos eran muchos caballos) se llevó una ovación en la inauguración de la feria con un discurso en el que diseccionó la historia de violencia y exclusión en Brasil y enmarcó en ella su visión del escritor.
«Escribo contra el egoísmo. Quiero tocar al lector, modificarlo, cambiar el mundo. Es una utopía, lo sé. Pero yo vivo de utopías. Porque creo que el destino de todo ser humano debería ser sólo uno: alcanzar la felicidad en la Tierra. Aquí y ahora».
Brasil también desembarcó en Fráncfort con veteranos de renombre, entre ellos João Ubaldo Ribeiro, miembro de la Academia Brasileña de Letras y autor del cuento que dio origen al largometraje «Dios es Brasileño»; Mauricio de Sousa, dibujante e historietista brasileño ídolo entre los niños por su entrañable tira infantil «La Pandilla de Mónica»; y Paulo Lins, autor de la novela «Ciudad de Dios», llevada al cine por Fernando Meirelles y nominada a cuatro Oscar.
En tanto, entre los clásicos vale destacar las cinco «leyendas» brasileñas más traducidas a idiomas extranjeros desde 2010, cuando el país fue invitado a Fráncfort: Jorge Amado, Clarice Lispector, Rubem Fonseca, Alberto Mussa y Moacyr Scliar.
La combinación del eco de sus obras con el nuevo ímpetu de la joven literatura conforma ese «mosaico» irregular y multiforme que quiere presentarse al mundo desde Fráncfort.