Brasil entrará mañana en el selecto club de «socios estratégicos» de la Unión Europea bajo la flamante presidencia de Portugal, una decisión que reconoce su creciente liderazgo en la región y el mundo y que permite a los europeos avanzar terreno en América Latina.
La primera cumbre entre la UE y Brasil, que se desarrollará en una sola jornada mañana, colocará al gigante sudamericano en una posición que los 27 sólo tienen con otras seis potencias: Estados Unidos, Rusia, China, Canadá, India y Sudáfrica.
En una región donde la izquierda gana terreno y adopta las variantes más disímiles, desde el pragmatismo moderado del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva al socialismo bolivariano del venezolano Hugo Chávez, la UE quiere convertir a Brasil «en ancla de las relaciones de Europa con América del Sur», dijo una fuente diplomática europea.
Además de trabajar en sectores clave como la energía y el transporte, la UE y Brasil buscan acercar posiciones para conseguir «un sistema más efectivo en las Naciones Unidas» y destrabar un acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, lanzado en 1999 pero estancado desde 2004.
Entre las prioridades de política exterior de Brasil, uno de los 10 países del mundo con mayor territorio, mayor población y mayor PIB, está obtener un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
«Reconocemos a Brasil el estatuto de ’actor clave’», afirmó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El encuentro de Lula con el primer ministro portugués, José Sócrates, y las más altas autoridades de la UE tendrá lugar 10 días después de una reunión que pretendía reactivar la ronda de Doha de la OMC pero fracasó con un portazo de Brasil e India a la UE y Estados Unidos.
«.