Brasil acreedor del FMI


Brasil se convirtió este lunes en acreedor del Fondo Monetario Internacional (FMI) por primera vez de su historia, al comprometerse formalmente a comprar bonos de la institución por 10 mil millones de dólares, reflejando así­ su creciente peso en la economí­a mundial.


«Pasamos de la condición de deudores a la de acreedores. Es un cambio radical», declaró a la prensa el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, tras entregar al director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, una carta que ratifica formalmente la compra de bonos anunciada en junio.

«Es un momento histórico para nosotros. Es la primera vez en la historia que Brasil presta recursos al FMI y por tanto a la comunidad internacional», recordó Mantega en Estambul, donde la institución financiera realiza su reunión anual.

Mantega recordó que Brasil se habí­a beneficiado en 2002 de un paquete de 30.000 millones de dólares del FMI (el mayor jamás otorgado por el organismo financiero) para enfrentar las turbulencias y la ola especulativa provocadas por el temor de la inminente llegada al poder de Luiz Inacio Lula da Silva, un ex sindicalista de izquierda.

Pero Lula aplicó una polí­tica de rigor fiscal a rajatabla y saldó la totalidad de la deuda por adelantado a fines de 2005.

Brasil es uno de los paí­ses que mejor se está sobreponiendo a la crisis económica mundial, que lo sumió en una corta recesión.

Mantega hizo su anuncio tres dí­as después de que Brasil consiguiera un fuerte reconocimiento internacional con el nombramiento de Rio de Janeiro como sede de los Juegos Olí­mpicos de 2016.

En la carta entregada en manos propias a Strauss-Kahn, Brasil se comprometió a «firmar un acuerdo de compra de bonos emitidos por el Fondo por un valor de 10.000 millones de dólares con unas condiciones que serán establecidas en el contrato que firmemos», explicó Mantega.

«Haremos una suscripción por dos años», precisó el ministro brasileño, quien precisó que el acuerdo serí­a ratificado «en los próximos dí­as».

«Es importante decir que nosotros estamos colocando una parte de nuestras reservas, pero no es una diminución de la disponibilidad de recursos para Brasil. Es sólo un cambio de activos», agregó, al recordar que su paí­s decidió comprar bonos, que puede vender a otros paí­ses, sin dar el dinero directamente al FMI.

«Con estos recursos, el FMI podrá ayudar a los paí­ses que necesiten liquidez», explicó Mantega, al subrayar que su paí­s respondí­a así­ al llamado de Strauss-Kahn a los miembros del Fondo a no acumular reservas y a atribuirle parte de ellas para darle a la institución los recursos necesarios para contribuir a la recuperación de la economí­a.

Según Mantega, los paí­ses del BRIC (Brasil, Rusia, India, China) decidieron comprar bonos por un total de 80.000 millones de dólares, 50.000 para China, y 10.000 millones para cada uno de los otros tres paí­ses miembros.

Ahora, los cuatro paí­ses van a negociar la posibilidad de colocar sus bonos en los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP), un programa que permitirá al FMI disponer de 500.000 de dólares para efectuar préstamos rápidos a paí­ses en dificultades.

Pero los BRIC supeditan esta decisión a que su poder de decisión sea proporcional a su contribución al NAP. El Fondo se comprometió el domingo a aumentar en al menos 5% las cuotas de los paí­ses emergentes de aquí­ a 2011.

Los 80.000 millones de los BRIC representan un 16% de los 500.000 millones. Ese porcentaje darí­a al grupo de cuatro paí­ses una minorí­a de bloqueo.

El domingo, Strauss-Kahn anunció que su institución necesitaba un «aumento considerable» de sus recursos para ayudar a los paí­ses más afectados por la crisis, la mayor desde la Gran Depresión.