Brasil enfrentará a Polonia, mañana en Tokio, en la final del Campeonato del mundo de voleibol masculino que, en los papeles, parece muy desequilibrada a favor de los sudamericanos, defensores del título.
No obstante, aunque los brasileños parecen inalcanzables, los polacos, la gran sensación de este torneo, fueron los únicos que ganaron los diez encuentros previos a la final, el último este sábado ante la fuerte Bulgaria por 3 a 1 (25-20, 26-28, 25-23, 25-23).
Brasil, por su parte, había caído ante Francia en la serie inicial pero después recuperó su mejor nivel y en la jornada se impusó a un equipo de Serbia a punto de jubilarse, también por 3 a 1 (25-19, 15-25, 25-22, 25-12).
Salvo un segundo set errático en el que no se les reconocía, los brasileños dominaron claramente el resto del duelo, con un excelente servicio y una gran eficacia en el ataque (67%). Giba fue una vez más el mayor anotador con 19 puntos.
A los serbios, por su parte, cuyos titulares, como los hermanos Nikola y Vladimir Grbic, de 33 y 35 años, respectivamente, ya estaban en el equipo campeón olímpico en Sydney 2000 integrando Yugoslavia, no les alcanzó su gran calidad y refinamiento técnico ante los sudamericanos.
«Nos relajamos un poco en el segundo set. Después jugamos como debe hacerse en una semifinal», señaló el pasador brasileño Ricardo.
En la segunda semifinal, los polacos, eufóricos desde el comienzo del torneo en el que han tenido un desempeño sorprendente mostrando un nivel inesperado, dieron cuenta contra pronóstico de un equipo de Bulgaria que estuvo por completo decepcionante.
Polonia fue muy superior al contraataque y en el servicio, este último una especialidad del rival, pero la gran estrella búlgara en la materia, Matey Kaziyski, sólo logró un ’ace’. En cambio, en un equipo cuya mayor baza es la homogeneidad, sólo destacó el delantero Michal Winiarski, de 23 años, quien marcó 20 puntos.
Esta ha sido la primera vez que los polacos alcanzan la final de un torneo de este nivel en las últimas tres décadas, después de su época dorada en la que ganaron el Mundial de 1974 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
Sin lugar a Dudas, Brasil será el gran favorito en la final dominical. Los sudamericanos no han dejado escapar ningún título importante en los últimos cuatro años. Campeones mundiales en 2002 y olímpicos en Atenas 2004, en este torneo de Japón han ido superándose partido tras partido.
De imponerse en la final, los brasileños sólo tendrán tres precedentes en la historia de este deporte: la Unión Soviética entre 1960 y 1964, primero, y desde 1978 a 1980 después, y el equipo de Estados Unidos (1984-1988).
«Mañana jugaremos para lograr la victoria, mientras Brasil lo hará para la historia», señaló el entrenador de Polonia, el argentino Raúl Lozano.