Representantes del fútbol brasileño confiaron hoy en Johannesburgo, en el marco de la Copa del Mundo de Sudáfrica-2010, en la capacidad del país sudamericano para brindar «el mejor Mundial» en 2014, superando cualquier problema logístico o de seguridad.
Acompañado por dos ex campeones mundiales de 1994, el entrenador Carlos Alberto Parreira y el delantero Romario, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, presentó las líneas maestras del ambicioso proyecto para dentro de cuatro años.
«Hay algunas dudas sobre algunos estadios por el momento, en Sao Paulo, en Curitiba, pero las obras han comenzado en otros, como en Bahía. Todo va como se esperaba», señaló en su intervención, admitiendo problemas, pero intentando transmitir un mensaje de optimismo.
Más allá de problemas como el del estadio Morumbí de Sao Paulo, rechazado por la FIFA recientemente por falta de «garantías económicas» sobre su renovación, Teixeira no duda de que el país está en condiciones de asombrar al mundo con la «mejor» edición del torneo.
«Por lo que he visto, Sudáfrica-2010 ha sido muy bueno. En lo que se refiere a Brasil-2014, esperamos mejorar aquello que se haya hecho mal, aprender, y brindar la mejor Copa», comentó el dirigente de la CBF.
Gran parte de las preocupaciones se centraron en saber cómo el país podrá hacer frente a los problemas de infraestructuras y de seguridad, dos de los aspectos que más preocuparon en los años previos al Mundial-2010 y que amenazan con monopolizar el debate sobre la próxima edición.
«En Brasil también existe un problema de seguridad, pero eso existe en todo el mundo. La he visto en todos los países en los que he estado, en Europa, en Estados Unidos… Enviamos un grupo de expertos en su día para aprender de la experiencia sudafricana», señaló.
Teixeira quiso recordar que el país ha organizado grandes eventos deportivos sin problemas, como los Juegos Panamericanos de Río-2007 o Grandes Premios de Fórmula 1.
Respecto al transporte, señaló que las obras y mejoras estarán impulsadas por una empresa gubernamental y reiteró el objetivo de aprender de Sudáfrica para no reincidir en errores ya vividos por otros anfitriones.
«Todo lo que podamos aprender de Sudáfrica, lo haremos. Queremos repetir lo que ha funcionado y mejorar lo que no», señaló. Sobre las grandes distancias del país, dijo que se trabajará para evitar grandes y molestos desplazamientos a los equipos participantes.
Parreira, que ha dirigido a los «Bafana Bafana» en este Mundial y que ahora tiene como único proyecto «descansar y estar con los nietos», defendió al país y recordó que ya se dudó mucho de Sudáfrica en materia de seguridad y que ésta ha estado garantizada de manera general durante este torneo.
«Brasil puede aprender mucho de aquí (de Sudáfrica). Nuestro país es casi un continente y es importante que colaboremos», dijo.
Para Romario, Brasil está ante una gran ocasión de ser «un país mejor» después de 2014, incidiendo también en la necesidad de mejorar la seguridad y asegurando que el gigante sudamericano podrá demostrar al mundo cómo se vive el fútbol en su territorio.
«Será la ocasión de mostraron la auténtica cara de Brasil. Vais a ver qué significa el fútbol para los brasileños. El ambiente no tendrá precedentes, esperamos preparar una gran fiesta. Y espero que podamos ser campeones del mundo», dijo.
El sorteo de las eliminatorias para 2014 fue adelantado unos meses respecto a lo que viene siendo habitual en los últimos Mundial y tendrá lugar el 30 ó 31 de julio de 2011, en una ciudad por determinar, avanzó la CBF en su intervención.
Brasil afronta en los próximos años el reto descomunal de albergar cuatro grandes citas deportivas, que pondrán a prueba su capacidad organizativa. Las tres primeras serán futbolísticas (Copa de las Confederaciones-2013, Mundial-2014, Copa América-2015) y el broche lo pondrán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.