BP se prepara para sellar el pozo dañado en Golfo de México


Imagen satelital en la cual se observa el deterioro de la superficie marí­tima a causa de la marea negra, en el Golfo de México. FOTO LA HORA: AFP NASA/JEFF SCHMALTZ

La petrolera BP se preparaba hoy para sellar definitivamente el pozo averiado en el Golfo de México, que originó la peor catástrofe ambiental en la historia de Estados Unidos, tras las demoras ocasionadas por la tormenta tropical Bonnie.


El director ejecutivo designado de la petrolera británica, Bob Dudley, prometió que BP no abandonará a los residentes de las zonas afectadas por el derrame de crudo luego de que el pozo dañado quede sellado.

BP espera liquidar el pozo en una operación denominada «static kill», a través de la cual se le inyectará barro y cemento a través de un embudo instalado el 15 de julio.

Ayer, Dudley dijo que la operación se habí­a demorado un dí­a pero que «tenemos esperanza de que para el martes la operación «static kill» ya haya sido realizada».

El almirante Thad Allen, cabeza de la supervisión del gobierno para esta catástrofe ambiental, afirmó que la demora era necesaria para permitir a los ingenieros remover los escombros del pozo dejados por la tormenta tropical Bonnie, que la semana pasada obligó a detener las tareas.

El vicepresidente de BP, Kent Wells, afirmó que la compañí­a tení­a confianza en el éxito de la operación «static kill».

El embudo colocado hace dos semanas no ha mostrado fisuras, «dándonos más confianza sobre la integridad del pozo», lo que constituye una señal positiva para el éxito de la operación, dijo Wells.

Pese a que esperan que «static kill» logre sellar el pozo para impedir nuevas fugas de crudo, Wells afirmó que se continuará igualmente con el plan de construcción del pozo de derivación para interceptar eventuales filtraciones.

BP dijo que el pozo de derivación interceptará al pozo dañado a cierta profundidad debajo del lecho marino en unos diez dí­as, lo que permitirá un segundo proceso de sellado para fines de agosto.

En su primer viaje a la zona de desastre tras ser designado sucesor del cuestionado CEO de BP Tony Hayward, Dudley -que asumirá funciones el 1 de octubre- dijo que la compañí­a se enfocará en la recuperación a largo plazo de la región afectada por el derrame.

«Tenemos algunas buenas noticias sobre el crudo (…) pero eso no significa que hayamos terminado», dijo Dudley a periodistas en Misisipi, uno de los estados del sur de Estados Unidos afectados por el derrame, junto con Luisiana, Alabama, Texas y Florida.

«Estaremos aquí­ por años», agregó en momentos en que BP anunciaba un fondo de 100 millones de dólares para asistir a trabajadores desempleados por la moratoria en las perforaciones ordenada por el gobierno estadounidense.

Advirtió que pronto se quitarán las barreras protectoras de la lí­nea costera y que se verá una disminución en los equipos de limpieza de las playas, pero que ello no implicará un retiro de la zona.

Aún resta por saber con precisión cuánto petróleo fue vertido al Golfo de México tras la explosión de la plataforma de BP «Deepwater Horizon» el 20 de abril, que dejó once muertos. Las estimaciones sitúan al derrame entre 3 y 5,3 millones de barriles.

Allen dijo que un equipo de expertos trabajaba para determinar cuánto crudo se derramó, cuánto se capturó y cuánto se evaporó, y que ese informe estarí­a listo en los próximos dí­as.