Botas y Bayonetas II


Señor Lic. Oscar Clemente Marroquí­n

Presente.

Por el respeto y agradecimiento al espacio que han dado a mis opiniones en ese prestigiado diario, quiero aclarar que si hay alguna inexactitud en lo que yo expresé en mi opinión «Botas y Bayonetas», no es producto de terceras intenciones, sino que como bien lo expreso en lo que escribí­, fue una guerra de falsedades y de mentiras de ambas partes, fue algo tan sucio que muchos aprovecharon esta guerra para salir de sus enemigos, generando información falsas sobre supuestas actividades de su rival., En el caso de que don Rodrigo Asturias no fuera el que dio el tiro de gracia a los oficiales heridos, hay que tomar en cuenta que en una vegetación densa es difí­cil apreciar, sobre todo si se está escondido y con miedo dentro del tronco de un árbol, por lo que reconozco que quien me rebatió lo escrito tiene mejor conocimiento de la posible identidad del responsable, por que según dice, tienen documentadas sus acciones, pero lástima que no sean del dominio público.

Guillermo Castañeda Lee

En lo que sí­ creo que mi interlocutor miente, es en la forma como se refiere al general Kjell Laugerud, pues dicho señor fue a mi criterio un gran hombre y hasta una figura heroica durante y después del terremoto, que no sólo tuvo que dirigir las labores post terremoto, sino que la guerrilla queriendo aprovechar que gran parte del Ejercito lo destino el «nefasto» general a ayudar a la población; los grupos armados quisieron aprovechar esta situación para ganar posiciones.

Así­ es como opera esta guerra, con mentiras, tratando de destruir a cualquier figura de alguien que fue su adversario, sabiendo y temiendo que la historia lo honre algún dí­a por la brillante labor que desarrolló. Gracias don Kjell por haber consagrado su vida a Guatemala.