Medio centenar de personas murieron en una serie de explosiones en retenes de seguridad dirigidas contra los peregrinos chiíes que se dirigían a una ciudad sagrada. La cifra de muertos seguía aumentando y se estimaba en 175 el número de heridos.
Las autoridades dijeron que las bombas fueron colocadas cerca de al menos dos retenes policiales a unos 20 kilómetros (12 millas) de Karbala, al sur de la capital. Karbala es una ciudad sagrada donde las ceremonias religiosas de los chiíes están a punto de realizarse al concluir un período de 40 días.
Los funcionarios hablaron bajo condición de no ser identificados porque no estaban autorizados a difundir la información.
Horas antes, en otro hecho de violencia, un atacante suicida embistió con un automóvil cargado con explosivos a personas frente a la entrada de una estación policial en Diyala, la capital provincial de Baquba, 60 kilómetros (35 millas) al noreste de Bagdad.
El conductor del vehículo chocó contra la valla frontal del complejo policial pero no pudo continuar.
Tres personas murieron. Se trató del segundo ataque similar en el mismo número de días contra objetivos de seguridad en una ciudad del este de Irak. Las autoridades dijeron que las víctimas fueron dos policías y una transeúnte.
Por lo menos 28 resultaron heridas en el atentado, dijo Muna al-Omairi, un legislador que representa a Diyala en el parlamento. El portavoz de la dirección de salud de Diyala, Faris al-Azawi confirmó el número de bajas.
El ataque ocurrió a pocas cuadras de distancia de una explosión similar el miércoles en el cual el atacante condujo una ambulancia cargada con explosivos contra un cuartel de la guardia iraquí que protege edificios gubernamentales. Por lo menos siete personas murieron y 67 resultaron heridas.