Bomba


El artefacto sospechoso interceptado en Namibia el miércoles cuando iba a ser enviado en un vuelo comercial para Alemania era una prueba de seguridad de fabricación estadounidense, reveló este viernes el ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere.


«Habrá que determinar quién lo puso. Los gobiernos de Estados Unidos, Alemania y Namibia no sabí­an que existí­a ese paquete», declaró a la prensa el jefe de policí­a namibio Sebastian Ndeitunga.

«No es verdad que el gobierno de Estados Unidos haya puesto el artefacto para poner a prueba la seguridad», recalcó Ndeitunga.

El paquete, interceptado por la policí­a namibia en el aeropuerto internacional de Windhoek, era una bolsa de computadora envuelta en plástico y equipada de baterí­as conectadas con cables a un detonador y un reloj.

Thomas de Maiziere dijo que de momento no está claro quién preparó el test, que desató la alerta de los servicios de seguridad en Alemania, y añadió que no fue informado por adelantado del ejercicio.

«Los expertos de la policí­a federal (alemana) examinaron el equipaje», dijo De Maiziere a la prensa, tras reunirse con los ministros del Interior de los 16 Estados alemanes.

«El resultado es que el equipaje resultó ser lo que se conoce como un ensayo real, fabricado por una compañí­a de Estados Unidos. Esa compañí­a es un fabricante de sistemas de alarma y detección, y esos ensayos reales se hacen para poner a prueba las medidas de seguridad», explicó el ministro.

El ministro precisó que los investigadores están aún intentando averiguar quién colocó en Windhoek el paquete en el avión de Air Berlin con destino a Múnich, y no descartó que los propios servicios de seguridad alemanes estén implicados en el ensayo.

«Lo considero altamente improbable, pero es una de las opciones que estamos barajando», dijo.

En cualquier caso, el paquete «no contení­a explosivos», y «en ningún momento los pasajeros se vieron en peligro», destacó el ministro.

El Airbus de Air Berlin con 296 pasajeros y diez tripulantes a bordo pudo partir con seis horas de retraso, tras ser sometido a verificaciones.

El paquete fue descubierto en el aeropuerto de Windhoek el mismo dí­a que las autoridades alemanas elevaron el nivel de alerta, por indicios «concretos» de proyectos de atentados.

Las autoridades se negaron a precisar la naturaleza de las amenazas. El ministro del Interior se limitó el miércoles a afirmar que «según las informaciones de un socio extranjero (…), es probable que tenga lugar un atentado a fines de noviembre».

El jefe de la policí­a federal alemana, Matthias Seeger, aseguró al diario popular Bild que el peligro es real.

«No se trata de provocar el pánico o la histeria. Pero en una escala de uno -ausencia de peligro- a diez -fuerte riesgo de atentados-, estamos actualmente en nueve. Por eso tenemos que ser especialmente vigilantes», declaró Seeger.

Las nuevas medidas de seguridad, que incluyen un refuerzo de la presencia policial en aeropuertos y estaciones, se mantendrán al menos hasta final de año, declaró el presidente del sindicato de la policí­a alemana, Rainer Wendt, al diario Neue Osnabrí¼cker Zeitung.

Ahora que se acercan las fiestas de fin de año, y con la multiplicación de los mercadillos de Navidad desde finales de noviembre, «cabe esperar atentados, y nos haremos muy visibles para proteger a la población», declaró Wendt.