Bolsas en clima de tensión y recelo


Tensión. Esta semana fue de tensión ante la caí­da de la bolsa de Shangai provocada por las especulaciones financieras.

Tras el huracán bursátil del martes, los mercados mundiales terminaron la semana operando moderadamente a la baja, ante temores de una desaceleración de la economí­a estadounidense más aguda que lo previsto y del estallido de una burbuja especulativa en las bolsas chinas.


El mercado bursátil de Tokio terminó en clima de extrema tensión, con una baja significativa de 5,34% en la semana.

En cambio, Shanghai, que desencadenó la tormenta bursátil con una caí­da de casi un 10% el martes, terminó la semana con una recuperación de 1,23%, en una tendencia de moderado optimismo que también fue patente en Hong Kong ( 0,49%).

La tendencia a deshacerse de las acciones se mantuvo firme durante la semana luego de que el miércoles, cuando los í­ndices ensayaban una tí­mida recuperación, el Departamento del Comercio de Estados Unidos dio nuevos brí­os a los temores del dí­a anterior al anunciar una corrección a la baja del crecimiento de la economí­a en el último trimestre de 2006.

La cifra del crecimiento del PIB estadounidense quedó en 2,2% contra 3,5% anunciado inicialmente, acicateando la inquietud de la ví­spera.

«Hay mucho nerviosismo a nivel mundial. Los operadores quieren saber si los factores de riesgo están bien evaluados. Los mercados soy muy sensibles a la incertidumbre», comentó este viernes Richard Jerram, de Macquarie Securities, de Tokio.

La desaceleración económica de Estados Unidos puede verse agravada por los problemas del sector inmobiliario residencial, un mercado que habí­a crecido aceleradamente a instancia de las bajas tasas de interés y de un auge del crédito hipotecario que ahora no siempre cuenta con garantí­as suficientes, señalan los analistas.

Algunos economistas no vacilan en afirmar que este tipo de préstamo representa hoy «el mayor riesgo para los mercados financieros», según un estudio publicado esta semana.

Según el Centro para Préstamos Responsables, las prácticas imprudentes de los bancos han preparado «las más grave crisis de insolvencia de la historia moderna», y la entidad estima que 2,2 millones de familias estadounidenses van a perder sus viviendas.

El endurecimiento de las exigencias de los bancos «va a contener la demanda de viviendas y esto hará más difí­cil que los precios se recuperen», estimó Andrew Tilton de Goldman Sachs, recordando que los préstamos «exóticos» representaban 200 mil adquisiciones por año.

La desaceleración del crecimiento económico de la economí­a estadounidense tiene una segunda causa importante: las empresas han almacenado pocas existencias de mercaderí­as.

«Las empresas han gastado menos en mantener stocks elevados para sentirse cómodas y también debido a los temores de una desaceleración económica general», subrayó Gina Martin, analista de Wachovia.

El otro factor en la caí­da de las plazas financieras de esta semana, la burbuja bursátil china, fue anunciada por el vicepresidente del Parlamento del gigante asiático, Cheng Siwei en una entrevista publicada por el Financial Times: «Hay una burbuja en curso. Los inversionistas deben preocuparse por los riesgos».

El primer ministro chino, Wen Jiabao, buscó por el contrario tranquilizar a los inversores, adelantando que el gobierno quiere «promover una reforma segura y estable» del sector financiero, y estudia acelerar las reformas, desarrollando a su vez el mercado de capitales en el paí­s.

Sin embargo, estos ajustes no deben afectar durablemente el apetito insaciable de los chinos por la Bolsa, según los analistas.

«Los fundamentales económicos no han cambiado de manera significativa», estima Yuya Yamaguchi, corredor de Daiwa Securities SMBC de Tokio.

La Bolsa de Shanghai registró una progresión de 130% el año pasado, con un crecimiento espectacular como telón de fondo, superior el año pasado a 10%, a tal punto que China le arrebatará pronto a Alemania la clasificación de tercera economí­a mundial.

Los analistas coinciden no obstante, en que durante las próximas semanas los mercados van a permanecer con el ojo puesto en los indicadores del crecimiento estadounidense, pero sin perder de vista la evolución de las bolsas asiáticas.