Con unos ligeros cambios, la iniciativa que se implementó en la administración anterior con el nombre de “Bolsa Solidaria” se convirtió en el gobierno de Otto Pérez Molina en el programa “Bolsa Segura”.



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Sin embargo, el programa no ha escapado a las críticas y señalamientos de diputados y entidades que velan por la transparencia, por la sobrevaloración en la compra de alimentos, la discrecionalidad sobre la focalización y selección de usuarios y, según expertos, su inefectividad en el combate a la desnutrición, uno de sus objetivos principales.
En el anterior gobierno la bolsa se entregaba en los municipios de todo el país focalizados por Mi Familia Progresa, que tienen los mayores niveles de pobreza; ahora únicamente se entrega en 17 municipios del área urbana y del departamento de Guatemala y los cascos urbanos de Quetzaltenango y Escuintla en menor grado. Aunque en el departamento de Guatemala también existen áreas marginales y con altos niveles de pobreza, no es donde está concentrado el flagelo de la desnutrición.
Uno de los objetivos de la Bolsa Segura es “apoyar la seguridad alimentaria nutricional”, sin embargo la misma se entrega en uno de los departamentos con menor índice de desnutrición crónica, que es Guatemala.
¿Cómo pretenden reducir la inseguridad alimentaria en todo el país, si de 22 departamentos Guatemala ocupa el lugar número 21 con menor índice de desnutrición? Hay una contradicción, señala el diputado Hugo Morán, del Partido de Avanzada Nacional (PAN), quien ha sido uno de los mayores fiscalizadores de dicho programa.
De acuerdo con Morán, la respuesta que da el MIDES sobre la interrogante anterior es que el concepto de la bolsa segura está dirigida a las áreas urbanas; sin embargo, el congresista considera que a nivel nacional hay varios cascos urbanos que necesitan más de esta ayuda.
“No existe ninguna respuesta técnica y objetiva por la cual se distribuye aquí (departamento de Guatemala) más bolsas; del presupuesto de la Bolsa el año pasado más del 45 por ciento fue ejecutado en el departamento de Guatemala. Es incongruente esta distribución y ejecución con el Plan Hambre Cero, ¿cómo pueden decir que esto es un programa que forma parte de ese plan?”, cuestionó Morán.
Según el congresista, Bolsa Segura sí forma parte del Plan Hambre Cero y para este año le fue asignado en el presupuesto de dicho pacto Q102 millones 432 mil 589, tres millones menos que en 2012, no obstante, el programa no se encuentra detallado dentro de la estructura que plantea la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional para atender el hambre crónica.
SIGUEN TINTES CLIENTELARES
Para esta nueva etapa y con la institucionalización de los programas sociales en el MIDES, la entidad indica que “con la entrega de la Bolsa Segura el gobierno se compromete con un nuevo paradigma: dejar atrás las acciones improvisadas, asistencialistas y clientelares, para diseñar políticas y programas integrales con enfoques en derechos humanos, basados en evidencia y en criterios transparentes de selección de usuarios y de uso de los impuestos”.
El programa mantiene sin embargo el tinte clientelar que caracterizó al gobierno de la UNE. El pasado 26 de octubre de 2012 el presidente Otto Pérez llegó al Polideportivo 4 de Febrero, del municipio de Mixco –donde la comuna es dirigida por su hijo, Otto Pérez Leal– para entregar la bolsa segura a pobladores de ese lugar.
Mientras esperaban la llegada del mandatario, los beneficiados escuchaban marimba interpretada por músicos vestidos con corbatas de color naranja.
Leonel Lira, de Encuentro por Guatemala, indicó que el año pasado recibió denuncias de personas del municipio de Amatitlán que no estaban recibiendo la bolsa segura porque habían sido opositores al alcalde que ganó las elecciones en ese lugar, que era del PP, pese a que “tenían mucha necesidad”.
De acuerdo con Lira, las denuncias fueron recibidas del asentamiento El Esfuerzo y de Agua de las Minas, entre otras comunidades del municipio de Amatitlán.
El consultor externo Ronalth Ochaeta, quien ha hecho investigaciones sobre los programas sociales para Acción Ciudadana, indica que con la Bolsa Segura se han realizado algunos cambios, como por ejemplo que solo se entrega en el área urbana y que, en vez de efectivos militares entregando los alimentos en las direcciones de los usuarios ahora se extienden cupones que se entregan en determinados lugares, como el Parque La Democracia.
Sin embargo, no hay un registro oficial de cómo entregan esta bolsa a las familias en condición de vulnerabilidad y ni siquiera se tenía un manual de procedimientos sobre la focalización del programa cuando se solicitó en su momento, dijo Ochaeta.
En el portal Guatecompras.gob.gt está registrada la cantidad de toneladas de alimentos que se va a comprar, pero no dice qué empresas son las proveedoras; asimismo Ochaeta indica que a estas alturas aún no está clara la focalización del programa. Si se pregunta en el Ministerio cómo se define la focalización del programa, dicen que no tienen esa información.
Para el entrevistado los programas sociales se han desarrollado con la misma tónica clientelar que caracterizó al gobierno anterior. “El MIDES tiene menos presupuesto, pero el gobierno está apostando para utilizarlo políticamente en las próximas elecciones, está más descentralizado pero con actores políticos locales”, indicó.
En el gobierno de la UNE se tenía la omnipresente figura de Sandra Torres, quien era la que decidía cómo se tenían que asignar los recursos de los programas sociales y en alguna medida era la forma en que manipulaba a los actores políticos, se utilizaba como una herramienta de control hacia lo local, apuntó el analista.
En esta administración sucede lo contrario, el MIDES sufrió casi la misma captura institucional que sufrió el Renap en el gobierno anterior; los diputados, los alcaldes, gente afín al gobierno u oposición incluso unían a su gente al listado y ahora los contratan.
Lo que hay como respuesta es que no hay ningún poder omnipresente, sino que es un pacto clientelar entre el Ministerio y los actores locales: se descentraliza el clientelismo político, así es más o menos cómo están operando, dijo Ochaeta.
Algunas anomalías percibidas con mi Bolsa Segura están relacionadas con la discrecionalidad en la toma de decisiones en la focalización y selección de usuarios y en el proceso de compras y contrataciones.
El problema es que se está politizando y no está llegando a los más pobres ni se está mejorando la transparencia en los programas, sino que se está viendo dónde se pueden capitalizar votos de una manera clientelar, puntualizó Ochaeta.
SOBREVALORACIÓN DE PRODUCTOS
Pese a la promesa del MIDES de implementar un nuevo paradigma y de utilizar criterios transparentes en la selección de usuarios y del uso de los impuestos de los guatemaltecos, el programa ha sido cuestionado en varias ocasiones.
En 2012, la Bancada Encuentro por Guatemala denunció la sobrevaloración de precios que el MIDES había realizado en un contrato abierto para la adquisición de algunos productos, en este caso de granos básicos como arroz.
“Hicimos la denuncia porque observamos que el arroz lo estaban comprando a un precio mayor que el precio en el mercado; de la asociación de arroceros nos dieron cotizaciones en donde lo estaban ofreciendo a otro precio”, dijo Lira.
De acuerdo con el diputado, personal de la bancada cotizó en depósitos y otros centros de distribución los precios de esos alimentos y eran mucho más baratos; los resultados se los dimos a la ministra del MIDES en una citación de la bancada, indicó Lira.
El diputado Hugo Morán realizó denuncias similares este año; en febrero pasado realizó una citación a la ministra en la que abordó diversos temas relacionados con ese programa, especialmente con la sobrevaloración de productos de la bolsa en contrato abierto.
Según el legislador, la sobrevaloración de productos como el arroz, frijol y maíz blanco era de 14, 34 y 43 por ciento.
Morán agregó que tras varios pronunciamientos y denuncias de anomalías las autoridades del MIDES dejaron de prorrogar el contrato abierto con el cual compraban los suministros sobrevalorados de la Bolsa.
REDUCCIÓN DE LOS PROGRAMAS
Otra de las críticas realizadas por los entrevistados es la reducción de beneficiarios de los programas en relación a la administración anterior. Lira señala que la versión del MIDES es que ahora hay menos porque las bolsas se están entregando a las personas que lo necesitan, sin embargo indica que eso aún no se ha podido comprobar.
Morán también opina que los programas se han ido reduciendo: la institucionalidad de los programas pasa más porque ahora son parte de un Ministerio que porque realmente sean mecanismos de entrada, permanencia y salida, señaló.
Siguen siendo programas políticos y clientelares que son usados por el gobierno actual para sus intereses, añadió.
Morán señala las anomalías de la Bolsa Segura: ahora hay menos beneficiarios y las compras siguen siendo sobrevaloradas; la Bolsa Segura se entrega en el departamento de Guatemala, pero no donde hay mayor desnutrición crónica.
254 MIL BOLSAS ENTREGADAS
Según un informe en la página electrónica del MIDES sobre los beneficiarios de la Bolsa Segura, del 27 de mayo de 2012 al 27 de diciembre se entregaron 103 mil 870 bolsas en el área metropolitana y 150 mil 298 bolsas en los municipios del departamento de Guatemala, principalmente, lo que hace un total de 254 mil 168 bolsas para 162 mil 262 beneficiarios.
Las bolsas seguras se entregaron en los municipios de Mixco, Amatitlán, San José Pinula, San José del Golfo, Santa Catarina, Chinautla, Fraijanes, Palencia, Villanueva, Chuarrancho, San Juan Sacatepéquez, San Pedro Ayampuc y Villa Canales. También en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos y Chiquimula.
El número total de usuarios que aparece en la página del MIDES es de 162 mil 262; esto actualizado hasta el 2 de febrero de 2013. Se pidieron los datos actualizados, pero al cierre de esta edición, no se nos habían proporcionado.
POCA EFECTIVIDAD CONTRA DESNUTRICIÓN
Finalmente no hay evidencia de que las bolsas de alimentos sean efectivas en el combate contra la desnutrición.
Según el experto Reynaldo Martorell, del Departamento de Salud Global de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Emory, Atlanta, las bolsas constituyen una de las muchas maneras para combatir la pobreza, pero no son una estrategia efectiva para combatir la desnutrición crónica.
Esto porque suelen proporcionar alimentos que no son adecuados para niños entre cero y 24 meses y usualmente no cuentan con componentes educativos para lograr que los alimentos donados se aprovechen para alimentar al pequeño, explicó Martorell, quien fue invitado recientemente a Guatemala por la SESAN.
Para este reportaje se intentó conocer la versión del MIDES con una semana de anticipación, pero al cierre de esta edición no hubo una respuesta de esa cartera.
COSTO DE LA BOLSA
La Bolsa Segura tiene un costo aproximado de Q175.21 e incluye los siguientes alimentos: 10 libras de frijol, 10 libras de arroz, 1 botella de aceite, 5 libras de harina de maíz, 2.2 libras de hojuelas de avena y 24 unidades de incaparina líquida.