Ha sido reelegido un polí­tico manejado por el imperialismo venezolano base de un pragmatismo implí­cito de conveniencias coyunturales y corruptas. La  nacionalización realizada de los bienes de producción, hoy ocupados y controlados por el Estado, al derogarse contratos, incluso los laborales,  es el preludio de que desaparecerá toda actividad productiva en el sector de la iniciativa privada.  Bolivia ha sido el primer paí­s del continente en nacionalizar sus hidrocarburos manejados hoy por un conjunto de organizaciones y movimientos sindicales y el Estado fija rendimiento, venta, precios y destinos de exportación, y dentro de su desorden polí­tico-administrativo seguirá con el plan de nacionalizar cuanta lí­nea lucrativa exista en el paí­s.