Bolivia: paí­s rico, paí­s pobre


Conflictos. Evo Morales, presidente de Bolivia, podrí­a enfrentar una crisis energética, debido a la falta de previsión y legislación en torno al gas. (AFP / La Hora)

Bolivia sufrirá dificultades en la producción de gas natural hasta el 2009 por retrasos en inversiones para el desarrollo de campos y por problemas en la capacidad de transporte, en un momento en que las demandas interna y externa aumentan, reconoció la estatal YPFB.


El presidente de la empresa petrolera, Guillermo Aruquipa, reconoció que los contratos que tiene el Estado boliviano con transnacionales -renegociados el año pasado- recién darán sus frutos a partir del 2009, en declaraciones publicadas este lunes por el matutino La Prensa.

Según los nuevos contratos, un total de 12 trasnacionales que operan en Bolivia deben invertir 587 millones de dólares en 2007.

Sin embargo en ese monto de inversión, el 57% (333 millones) estará destinado al mantenimiento de la infraestructura actual y al gasto administrativo, mientras que solamente 254 millones se utilizarán para el desarrollo productivo de los campos petroleros.

De hecho, el Banco Central de Reserva señaló reveló que en el primer semestre de este año la inversión apenas se situó por el orden de los 23 millones de dólares.

Según Aruquipa, las inversiones hidrocarburí­feras tienen un proceso cuyos resultados no son inmediatos para aprovechar las riquezas gasí­feras de este paí­s, situadas en 1,36 billones de m3, las segundas de la región después de Venezuela.

«No es como sembrar la papa para cosechar el siguiente año, hasta la papa se espera un año. La yuca (mandioca) incluso tiene que esperar a veces dos años para crecer un poco más», dijo la autoridad, en una curiosa analogí­a petroagrí­cola.

El retraso de las inversiones complica la provisión del energético para los mercados interno y externo que demandan mayores volúmenes por su ritmo de crecimiento.

Aunque la demanda interna y las exportaciones a Brasil y Argentina de gas natural suman 42 millones de metros cúbicos diarios (MMCD), la producción boliviana está actualmente en un promedio de 38,1 (MMCD), por lo que ha tenido que reducir los enví­os al exterior.

Aruquipa informó que Brasil ha solicitado el fin de semana subir sus volúmenes de importación a 31,5 MMCD, aunque el contrato bilateral sólo fija un tope de 30 MMCD, y hay remotas posibilidades de atender el nuevo requerimiento.

Asimismo Argentina espera que Bolivia pueda cumplir sus compromisos para proveer unos 5,5 MMCD y subir hasta el 31 de diciembre de 2008 a 16 MMCD.

La demanda interna de Bolivia es de 6,6 MMCD.

Las multinacionales que operan en el paí­s deben hacer inversiones pero éstas tardan en madurar, mientras la demanda anual del mercado interno crece de forma impresionante», según el analista y ex ministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli, citado este lunes en La Razón.

Para otro analista, Francesco Zaratti, 2008 será crí­tico porque «la economí­a está creciendo y habrá mas requerimientos, como el proyecto minero San Cristóbal, que está siendo postergado justamente por la falta de gas».

El gobierno del indí­gena Evo Morales firmó a fines de octubre de 2006, 44 nuevos contratos de operación con una docena de transnacionales petroleras, entre ellas brasileñas, españolas, inglesas, holandesas, francesas, tras nacionalizar los hidrocarburos siete meses antes.

Las principales empresas que desembarcaron en Bolivia, durante el proceso de privatización a partir de mediados de la década del 90, son Pluspetrol (Argentina-EEUU), Vintage (EEUU), Repsol (España), British Petroleum y British Gas (inglesas), Petrobras (Brasil), Total (Francia), Mat Petrol (EEUU) y Shell (anglo-holandesa). La británica Ashmore participa en la transportadora de gas Transredes, desde mayo pasado.

En esos contratos las empresas comprometieron una inversión de 3.500 millones de dólares para el trienio 2007-2010.