El gobierno de Evo Morales anunció hoy la expulsión de Bolivia de la organización no gubernamental IBIS, de Dinamarca, por supuesta intromisión en asuntos internos del país.
Funcionarios de IBIS consultados por The Associated Press se sorprendieron con la decisión y anunciaron que analizarán la medida antes de pronunciarse.
«IBIS ha venido operando políticamente, se ha dedicado a dividir a las organizaciones indígenas, abusó de la hospitalidad y el gobierno se ha cansado de tolerar su intromisión. Por eso hemos decidido expulsarla del país», dijo el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, en rueda de prensa.
IBIS es la organización no gubernamental Desarrollo Internacional, Solidaridad Internacional creada en los 60 del siglo pasado en el ambiente universitario de Copenhague para apoyar la solidaridad en Latinoamérica y la liberación de las colonias en África. En Bolivia centra su ayuda en programas contra la pobreza.
La expulsión se produce en momentos de una dura pugna al interior del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyo, la mayor organización indígena de occidente, entre una facción oficialista y otra opositora al gobierno, está última respaldada por IBIS.
Es la segunda expulsión de un organismo internacional en el 2013. En mayo, Morales expulsó a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por las mismas razones.
IBIS apoya con fondos a una veintena de proyectos a través de organizaciones indígenas, universidades e instituciones de investigación, algunas de las cuales tienen una línea crítica al gobierno de Morales.
Algunas organizaciones indígenas acusan al gobierno de traicionar sus luchas y dividirlos. El caso más conocido es el rechazo de un grupo de nativos amazónicos al proyecto de Morales de construir una carretera por medio de su territorio declarado parque nacional en el centro del país. El gobierno dijo que la carretera sacará de la pobreza a los indígenas más relegados.