Bolivia establece visa de ingreso a estadounidenses


Mediante un decreto aprobado en la madrugada del pasado lunes uno de enero por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en Consejo de Ministros, quedó establecida la exigencia a los ciudadanos de Estados Unidos de un visado de ingreso a ese paí­s sudamericano, semejante el que aplican las autoridades de la Casa Blanca a los bolivianos. El documento fue firmado en una histórica sesión la cual se inició en la medianoche del 31 de diciembre y convocada para recibir el año nuevo trabajando.

Félix Loarca Guzmán

La medida es por cuestión de reciprocidad y constituye una expresión admirable en defensa de la soberaní­a de un pueblo que durante prolongados perí­odos de su vida republicana ha sido gobernado y explotado por grupos minoritarios en alianza con poderosas empresas transnacionales, que se han enriquecido a costa de la pobreza de la mayorí­a de los bolivianos.

La disposición de obligar a los estadounidenses a que cumplan con el requisito de la visa, sólo tiene el precedente en la región de una orden semejante adoptada hace dos o tres años por las autoridades de Brasil. El decreto es una clara demostración de que el pueblo de Bolivia ha comenzado a cambiar la historia de hegemoní­a estadounidense y que los paí­ses de Latinoamérica quieren seguir su propio camino.

Hasta ahora las autoridades de Estados Unidos han humillado a los latinoamericanos pues no sólo les imponen la visa que tiene un costo de más de cien dólares, sino que al ingresar al territorio norteamericano son objeto de atropellos incalificables en contra de su dignidad al obligarlos a estampar sus huellas digitales como si fueran delincuentes y a ser fotografiados en los puestos de migración. Es de esperarse que dentro del marco de la reciprocidad, el gobierno de Bolivia someta a los estadounidenses a un trato similar.

El gobierno de Evo Morales, encabeza una ejemplar revolución pací­fica que ya ha dado sus primeros pasos con las medidas tendientes a la democratización del poder polí­tico en la Asamblea Constituyente, de la tierra con la reforma agraria y de los recursos naturales con la nacionalización de los hidrocarburos y la defensa de la producción de la hoja de coca.

Todas estas decisiones de una pequeña nación latinoamericana tienen irritado al tiburón como el ex presidente de Guatemala, el doctor Juan José Arévalo llamó a los Estados Unidos en su extraordinario libro «La Fábula del Tiburón y las Sardinas».

Las trascendentales acciones que impulsa el heroico pueblo de Bolivia liderado por el dirigente indí­gena Evo Morales, se llevan a cabo en medio de una atmósfera de conspiración oligárquica que con el apoyo de intereses extranjeros, amenaza con la fragmentación del territorio nacional para torcer el rumbo de las transformaciones que en defensa de la soberaní­a y los intereses populares ya están en marcha.

Durante los últimos dí­as, numerosas organizaciones populares de casi toda Latinoamérica emitieron un llamamiento de solidaridad para el pueblo de Bolivia ante la ofensiva separatista que los grupos privilegiados radicados mayoritariamente en la conocida Media Luna (Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz de la Sierra) han arreciado para dividir al paí­s. El documento dice que se trata de «una operación conjunta que permite reconocer la mano del imperialismo detrás de los acontecimientos».