Bolivia buscará un nuevo acuerdo en Buenos Aires para dosificar sus exportaciones de gas natural a sus dos compradores estratégicos, Brasil y Argentina, frente a la imposibilidad de cumplir con los volúmenes pactados del combustible.
Con esa misión, el presidente Evo Morales se reunirá el sábado con sus pares de Argentina, Cristina Kirchner, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un intento por resolver el tema de la insuficiente producción de gas boliviano y las dificultades para atender los cupos internacionales y la demanda interna.
La cita fue pactada luego de gestiones preliminares del ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, y del vicepresidente, ílvaro García, con autoridades argentinas y brasileñas en pos de un acuerdo de «complementariedad» para zanjar el delicado tema.
Morales anunció el domingo que la reunión con sus homólogos de Argentina y Brasil tiene el objetivo de «discutir cómo ayudarnos entre nosotros» en «el marco de la complementariedad» energética regional.
En el encuentro presidencial se explorarán «ciertos equilibrios» en la provisión de gas tomando en cuenta sobre todo los factores estacionales y la proximidad del invierno, estación en el que ambos países demandarán los cupos completos pactados en convenios bilaterales.
«Todo el mundo entiende que ésta es una situación estrictamente coyuntural», señaló por su parte el ministro de Hidrocarburos tras retornar el sábado de Brasilia, donde él y el vicepresidente boliviano se reunieron con Lula y pactaron la cita tripartita.
Villegas tiene la confianza de que la baja producción de gas es un asunto temporal que tenderá a regularizarse paulatinamente con el funcionamiento de otros pozos descubiertos este año.
Bolivia tiene problemas para superar en 2008 su techo de producción de 42 millones de metros cúbicos diarios de gas (MMCD) destinados con prioridad para el mercado brasileño de Sao Paulo que importa 31 MMCD y para atender su consumo interno que requiere 6 MMCD.
Los saldos fluctuantes son bombeados con dificultad a Argentina, que demanda entre 5,5 y 7,7 MMCD, según los contratos firmados entre Morales y el ex presidente Néstor Kirchner en julio de 2006.
El gobierno boliviano confía en que esos límites subirán por las inversiones comprometidas por las transnacionales que operan en este país andino-amazónico y que bordean los 1.200 millones de dólares para este año, en exploración y explotación de nuevos pozos petroleros.
Además está el compromiso de la petrolera brasileña Petrobras que tras un enfriamiento en las relaciones con el gobierno de Morales por la nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006, anunció también millonarias inversiones.
Por el momento, el canciller brasileño, Celso Amorim, mantuvo la posición de su país de no renunciar a parte de su gas boliviano en favor de Argentina.
«La fórmula es simple: hay un compromiso para la venta de gas a Brasil y Brasil no puede renunciar a ese compromiso», explicó Amorim a la prensa de su país.
El vicepresidente García reiteró, en tanto, que Bolivia garantiza los actuales niveles de suministro a ambas naciones, pero que un eventual incremento de los volúmenes demandados por Argentina depende de una negociación tripartita.
Tras su reunión con Lula y Fernández, Morales emprenderá una gira por Estados Unidos, Bélgica y Holanda.