Boca Juniors inicia su participación en el Mundial de Clubes de fútbol mañana en semifinales contra el Etoile du Sahel, en el Estadio Nacional de Tokio (4:30 de la mañana, hora de Guatemala), con la idea de dar el primer paso hacia su cuarto título.
Un triunfo ante el campeón africano, que eliminó en cuartos de final al mexicano Pachuca, le abriría las puertas a la final del domingo, probablemente contra el AC Milán, que debe derrotar a su vez al Urawa Red Diamonds japonés, en la segunda semifinal, el jueves en Yokohama.
Tanto Boca Juniors como AC Milán ganaron tres Copas Intercontinentales cada uno, por lo que un triunfo en tierras japonesas les daría su cuarto título, algo que ningún club ha conseguido.
Pero Boca no podrá contar con su elemento más valioso, Juan Román Riquelme, al que la FIFA no le dejó participar en Japón al haber sido inscrito fuera de tiempo en el torneo, aunque el ex jugador del Villarreal llegó ayer al país asiático para animar a sus compañeros.
El equipo argentino tuvo su mejor época en el primer semestre del año, cuando contó con Riquelme, quien estaba a préstamo por Villarreal, pero cuando el centrocampista regresó a España, Boca Juniors fue eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana por el Sao Paulo y finalizó cuarto en el Torneo Apertura ganado recientemente por Lanús.
Su primer rival en el Mundial de Clubes, el Etoile du Sahel tunecino, parece asequible. El cuadro aficano se defendió de forma organizada contra el Pachuca, al que sorprendió con un gol de Moussa Narry en el minuto 85 (1-0).
Pese a la solidez defensiva del campeón africano, el técnico argentino Miguel Angel Russo anunció que su equipo jugará al ataque.
«No vamos a hacer nada diferente contra ellos. Haremos lo que siempre hemos hecho», afirmó Russo, para el que el Mundial de Clubes podría ser su despedida como técnico boquense.
Russo ya tiene ya decidido el equipo que jugará contra los tunecinos, que podría ser el formado por Caranta; Ibarra, Maidana, Paletta, Morel; Battaglia, Vargas, Banega, Cardozo; Palacio y Palermo.
Boca se debe apoyar en la experiencia de cuatro elementos que ya han ganado la Copa Intercontinental, como Martín Palermo, Hugo Ibarra y Sebastián Battaglia, que se hicieron con el título con Boca, y el colombiano Fabián Vargas, campeón el pasado año con el Inter de Porto Alegre.
Pese a su téórica inferioridad, los jugadores del Etoile du Sahel no descartan dar una segunda sorpresa en el torneo.
«En 90 minutos puede pasar de todo. Será un encuentro muy complicado, pero yo tengo confianza. Si mantenemos la concentración y la disciplina, respetando las consignas del entrenador, sé que podemos dar la sorpresa», afirma el centrocampista beninés del equipo tunecino, Muri Ola Ogunbiyi.
El Etoile du Sahel es un club abonado a protagonizar sorpresas en las últimas semanas, ya que primero ganó en la final de la Liga de Campeones africana al favorito Al Ahly egipcio, que disputó el Mundial de Clubes en 2006, y después en Japón al Pachuca mexicano en cuartos de final.