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El grueso hielo, que ha cerrado cientos de kilómetros (millas) del transitado sistema de vías fluviales en la reciente ola de frío en la región, comenzó a moverse el domingo por la tarde por el aumento de la temperatura.

El río, con una extensión de 2.860 kilómetros (1.777 millas) de largo, cruza nueve países y es vital para el transporte, la generación de energía y la industria. Pero el hielo prácticamente le cerró el paso desde Austria hasta el Mar Negro.

Cuando el hielo de un grosor de casi medio metro (1,6 pies) comenzó a romperse en el área de Belgrado cientos de botes anclados comenzaron a chocar unos con otros y varias barcazas fueron arrastradas por la corriente, dijeron las autoridades.

Un restaurante flotante se hundió y varios más resultaron dañados luego de ser apartados de la ribera.

Las autoridades están tratando de determinar si la nieve y el hielo que se derriten causarán inundaciones o si la sequía del año pasado, que redujo los niveles de agua del Danubio, reducirá las probabilidades de que eso ocurra.

Nikola Marjanovic, empleado del servicio de aguas de Serbia, aseguró que no hay razón para alarmarse, aunque la situación debe ser vigilada cuidadosamente. «En este momento no sabemos qué pasará», dijo.

A pesar del aumento en la temperatura, unas 3.000 personas siguen varadas por la nieve que cubrió áreas remotas del sur de Serbia y sólo se puede llegar ahí en helicóptero, informó el funcionario de emergencias Predrag Maric.

En el vecino Montenegro, el ejército estadounidense respondió a una solicitud del gobierno para enviar dos helicópteros Black Hawk para rescatar a personas que están en regiones incomunicadas por la nieve en el pequeño país balcánico, informó la embajada de Estados Unidos.