Varios puertos franceses de la costa Atlántica y del Mediterráneo estaban bloqueados hoy por pescadores que protestan contra el alza del combustible a la espera de una reunión, prevista para el miércoles, con el ministro francés de Pesca, Michel Barnier.
El movimiento de protesta se intensificó hoy en momentos en que los ministros europeos de Agricultura y Pesca debían reunirse para examinar un plan de ayuda del gobierno francés para este sector.
El movimiento de fuerza, que comenzó hace nueve días en el puerto de Sables d»Olonne, en la costa Atlántica, se fue extendiendo la semana pasada a toda la región y hoy también a los puertos del norte de Bretaña, de la Mancha y del Mediterráneo.
En La Rochelle, varios pesqueros fueron instalados a la entrada del puerto deportivo, el más importante de Francia y anoche, piquetes de los huelguistas bloquearon el acceso a tres depósitos de combustible que surten las estaciones de servicio de toda la región centro oeste.
En Cherburgo, una decena de pesqueros fueron instalados a la entrada del puerto deportivo y la zona comercial.
En el puerto petrolero de Lavera, vecino al Marsella, en el Mediterráneo, los pescadores instalaron hoy redes de arrastre, para impedir el acceso a los depósitos de combustible.
En el Canal de la Mancha, al norte, los pesqueros de Etaples, que no zarparon hoy convergían hacia Boulogne, importante puerto pesquero y de tráfico hacia Gran Bretaña.
En otros puertos, como los del norte de Bretaña (oeste), los pescadores estaban en huelga, pero no se registraban bloqueos.
Los pescadores se declaran penalizados tanto por la inflación del precio del petróleo como por el sistema de cuotas de captura impuesto por la Unión Europea (UE).
El número de barcos pesqueros y la producción de productos del mar no ha cesado de disminuir en Francia desde 1990, al mismo tiempo, el déficit de la balanza comercial en este sector no ha cesado de aumentar.
Francia posee 5.500 km de costa entre el Atlántico y el Mediterráneo y un espacio marítimo de 11 millones de km2, gracias a sus departamentos de ultramar.
El gobierno francés, que se declaró consciente de las consecuencias del aumento del precio del combustible, explicó sin embargo que no podrá ayudar indefinidamente a los pescadores para compensar el alza, debido a los imperativos de la UE.
Dirigentes pesqueros se reunirán el miércoles con el ministro del sector, Michel Barnier, para analizar la evolución de un plan de ayuda a la pesca de 310 millones de euros en tres años, anunciado en enero por el gobierno de derecha del presidente Nicolas Sarkozy
En noviembre pasado, los pescadores de varios puertos franceses cumplieron varios días de huelga en protesta contra la inflación del combustible.
Hoy, el ministro francés de Presupuesto, Eric Woerth, aseguró que las ayudas que se habían anunciado serían pagadas, pero aclaró que el gobierno «ya ha hecho mucho en lo referido al petróleo para los barcos y a la reducción de cotizaciones sociales para los pescadores».
Barnier había indicado ayer que no excluía «eventuales adaptaciones» al plan de ayuda de 310 millones de euros.
Si la reunión del miércoles no da resultados «hay que esperar acciones en tierra como en el mar», advirtió un dirigente sindical de Saint Malo (norte de Francia).