La reticencia de las autoridades estadounidenses a la adquisición de 3Com, por la empresa china Huawei, asociada en forma minoritaria al fondo Bain Capital, llevó al retiro del proyecto, lo que ilustra la resistencia de Estados Unidos a aceptar extranjeros en sectores sensibles.
Declarándose «muy decepcionados», los tres participantes del negocio anunciaron ayer el retiro del tema por la comisión encargada de evaluar las participaciones extranjeras en las empresas estadounidenses (CFIUS).
El proyecto no quedó descartado, aseguraron en un comunicado en el que se declararon continuar «comprometidos a seguir las discusiones» con la comisión, que validó la compra de las computadoras personales de IBM por el chino Lenovo en 2005.
Sin embargo, una fuente cercana al tema comentó que «el proyecto, tal como había sido concebido, está muerto. Esa es la realidad».
«Si en el futuro habrá un acuerdo con la comisión, esto significa un acuerdo sobre un proyecto muy diferente», prosiguió esta fuente, «y no sólo con ligeras modificaciones al acuerdo inicial».
La operación se había dado a conocer en septiembre y preveía la adquisición de 3Com, uno de los proveedores de servicios de telecomunicaciones del gobierno estadounidense, por Bain Capital y Huawei, por 2.200 millones de dólares.
El proyecto había sido concebido de manera de tranquilizar a las autoridades norteamericanas sobre las cuestiones de seguridad nacional: en el primer plan, Bain Capital entraría con 83,5% del capital y ocho de los once lugares del consejo de administración.
Huawei, el principal fabricante chino de equipos de telecomunicaciones, adquiriría el 16,5% restante y tres lugares en el consejo, pero se mantendría al margen de las decisiones operativas.
Los promotores de la operación, mostraban la historia común de Huawei y 3Com, que se tradujo en la creación de una empresa de riesgo compartido en China en 2003, adquirida íntegramente por 3Com el año pasado.
Sin entrar en detalles, 3Com, Huawei y Bain Capital indicaron ayer que «no se llegó a un acuerdo con la CFIUS sobre esta transacción». «Hemos tenido muchas discusiones durante las últimas semanas, y no hemos podido arribar a un acuerdo», comentó John Vincenzo, portavoz de 3Com.
Vincenzo declinó revelar si la razón principal había sido el tamaño de la participación de Huawei, e indicó que la CFIUS «tenía recelo» sobre el proyecto y que los tres grandes grupos van a «tratar de solucionarlos».
«El proceso es altamente confidencial» con la CFIUS, añadió Alex Stanton, portavoz de Bain Capital, quien no quiso «especular» sobre este tema.
No fue posible entrar en contacto con Huawei ayer.
La CFIUS, en la que participan representantes del Tesoro, de los departamentos de Estado, Defensa y Comercio, bloquó dos grandes proyectos en los últimos años.
En medio de un clamor de quejas en Washington, la CFIUS retocó en 2006 la compra de la petrolera Unocal por el chino CNOOC, por 18 mil 500 millones de dólares. Finalmente, Unocal fue adquirida por la estadounidense Chevron por un precio inferior.
La CFIUS también llevó al grupo de Dubai DP World a vender a la aseguradora estadounidense AIG la totalidad de los puertos estadounidenses que había adquirido al comprar el británico P&O en 2006, por 6.900 millones de dólares.
Las autoridades estadounidenses habían exigido también a DP World, controlada por el gobierno del emirato de Dubai, 84 millones de dólares de gastos asociados a la venta de esos puertos.
La semana pasada, el jefe de mercadeo de Huawei, Xu Zhijun, había indicado en la prensa que los temores de las autoridades estadounidenses eran «ridículos» puesto que el grupo chino «no pretende más que el 16,5%» de 3Com.
«Si el gobierno estadounidense, si los abogados están preocupados por la presencia de Huawei, que miren a la norteamericana Cisco, que en China está por todas partes. ¿Quién debería estar más preocupado?», preguntó Xu.